105 – El reino mesiánico

El reino mesiánicoEn los Salmos (XV) – La insistencia por Sion

De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido (Salmos 50:2). ¿Por qué observáis, oh montes altos, al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente YHVH habitará en él para siempre (68:16). Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la poseerán. La descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella (69:35,36).

Es muy llamativa la insistencia que encontramos en la Escritura sobre el énfasis que pone en Sion. En los textos mencionados arriba vemos que la perfección de su hermosura es el resultado del resplandecimiento de Dios sobre Sion. Como dice el profeta Isaías hablando del monte de Dios: Levántate, resplandece… la gloria de YHVH ha nacido sobre ti. El salmista ha observado que los demás montes altos miran hacia Sion con endivia.

Muchas veces en la Escritura los montes son figura de las naciones, por tanto, tenemos que las demás naciones, algunas mas importantes en grandeza y relevancia mundial a través de los siglos, ven que esos imperios pasan y desaparecen, pero el monte de Sion permanece. La razón de ello es que el Señor de las naciones la ha escogido para habitar en ella para siempre.

La salvación de Dios saldrá de Sion hacia su pueblo en una dimensión plena; las ciudades de Judá serán reedificadas, y su pueblo habitará en ella y la poseerá. Es la herencia del Señor para Israel, y solo entrarán en ella los que aman su nombre. Es una ciudad de santidad, en la que no entrará cosa inmunda. El Señor la santifica con su presencia.

Completamos esta serie que enfatiza el libro de Salmos sobre la relevancia de Sion con estos textos: Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó. Edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre. Eligió a David su siervo… (Sal.78:68-71). Y en otro lugar dice: Su cimiento está en su monte santo. Ama YHVH las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. Cosas gloriosas se han dicho de ti, ciudad de Dios… Y de Sion se dirá: Éste y aquel han nacido en ella, y el Altísimo mismo la establecerá… Y cantores y tañedores en ella dirán: todas mis fuentes están en ti (Sal.87:1-7).

Una insistencia muy llamativa sobre Sion que no tiene ninguna otra ciudad en el mundo. Dios la ha escogido. La ha amado. Es el monte Moriah donde se ofreció a Isaac. Jacob tuvo el sueño de la escalera celestial. En ella se edificó su santuario. David reinó desde ese lugar. Es un lugar de adoración único para exclamar: Todas mis fuentes están en ti. El Señor habita en Sion.

         La Escritura insiste en la trascendencia de Sion. No hay otra ciudad como esta. Es el lugar de la morada de Dios, desde donde bendice a las naciones.

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