Los profetas de Israel (LXXXII) – Ezequiel (8)
Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país (Ezequiel 36:24)
Este capítulo 36 del libro de Ezequiel contiene información y revelación altamente relevante en distintos aspectos. Veamos. Primeramente se acentúa cómo los enemigos de Israel han hecho del conflicto árabe-israelí una causa común a nivel mundial, usando los medios de comunicación para transmitir información falsa. Por cuanto el enemigo dijo de vosotros: ¡Ea! También las alturas eternas nos han sido dadas por heredad… os asolaron… para que fueseis heredad de las otras naciones, y se os ha hecho caer en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos (2,3).
La calumnia contra los judíos ha sido una constante en la historia, y lo sigue siendo. El antisemitismo ha inventado una diversidad de argumentos para culpar a Israel de las cosas más inverosímiles. El odio ha destilado de la boca de los enemigos del pueblo de Dios. Los medios de comunicación siguen en esa línea. El propósito final es despojar a Israel de su heredad. Lo ha sido durante dieciocho siglos; luego Israel ha vuelto a su tierra en 1948 y siguen queriendo dividirla con ataques y guerras que hasta ahora no han tenido éxito.
El Señor tiene celo por Sion (Zac.1:14 y 8:2). Ha hablado contra las naciones que se disputan la tierra dada a Israel como heredad, lo hacen con enconamiento de ánimo (5). Israel ha sido el escarnio y oprobio entre las naciones; en este caso se acentúa sobre las naciones vecinas, es decir, los pueblos musulmanes que rodean el Israel moderno (6,7,30).
En medio de esa opresión sobre Israel, el Señor se levanta para acabar con la injuria de las naciones (15); porque han profanado su santo nombre (21). El Señor lo hará, no por la justicia de Israel, (21,22), sino para santificar su gran nombre, que ha sido profanado entre las naciones y santificarlo a los ojos de los pueblos (23). La misericordia del Eterno se manifestará sobre Israel, no por su propia justicia, sino para que sepan las naciones que yo soy YHVH, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos (23).
Entonces los tomará de entre los pueblos donde fueron esparcidos, los recogerá de todas las naciones, y los traerá a su país (24). Observa que el profeta está hablando de un tiempo posterior al regreso de Babilonia, se refiere al exilio por toda la tierra. Y después de los siglos que Israel ha permanecido errante entre los gentiles, su tierra sigue siendo llamada «su país»; por el pacto que Dios hizo con Abraham de darle la tierra fue para siempre. Son su pueblo para vivir en la tierra prometida.
El antisemitismo mundial levantará a Dios en favor de la causa de Israel.