Entrada por la fe a la gracia (II)
… Hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Romanos 5:2 LBLA)
«Entrada por la fe». Jesús es la puerta de las ovejas. Él ha abierto un camino nuevo y vivo, para que podamos acercarnos a Dios. Ese camino es un camino de fe. En el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe, y para fe, como está escrito, el justo por su fe vivirá. Y sin fe, es imposible agradar a Dios. Por la fe alcanzaron buen testimonio los antiguos, así que, por la fe podemos agradar a Dios y alcanzar buen testimonio hoy.
Pero, ¿qué es la fe? ¿De dónde viene? Porque no es de todos la fe (2 Tes.3:2). La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Heb. 11:1). La fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Cristo (Rom.10:17). Pero aunque todos han tenido ocasión de oír, no todos han creído a nuestro anuncio (Rom.10:16). Y tampoco pueden predicar si no son enviados (Rom.10:15). Pablo dice: Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Ef.2:8,9). Misterios sin resolver. Incluso la fe que nos salva la recibimos de Dios.
Dios reparte a cada uno una medida de fe (Rom.12:3). Por otro lado, Jesús dice: Si tuvierais fe como un grano de mostaza… (Mt.17:20). Un padre atormentado experimenta el conflicto de la falta de fe y exclama: Creo, ayúdame en mi incredulidad (Mr.9:24). El hombre natural y carnal no tiene fe ni fuerza para generarla. La visión de Dios está oculta a sus ojos. Pero un día oye la palabra de Dios, si el corazón es buena tierra, recibirá la palabra y llevará fruto. Si su corazón está dividido, endurecido o mezclado, se ahogará la palabra, −la semilla de Dios−, y el fruto no se producirá. Sin embargo, hay quienes la recibirán pero no darán el mismo fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros al ciento por uno (Mt. 13:8). Misterios y más misterios.
Pero una cosa sé: que habiendo yo sido ciego, ahora veo (Jn.9:25). Y ¿Qué vemos? ¿Todo? ¿Lo comprendemos todo? No. Porque en parte conocemos (1 Co.13:9), oscuramente, pero un día comprenderemos (1 Co.13:12). Jesús le dijo a Pedro: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; más lo entenderás después (Jn. 13:7). Una cosa si podemos entender: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones (Heb. 3:15), porque se activará la palabra de Dios en tu vida y traerá fe, fe para creer, para entrar en la esfera de la gracia, para agradar a Dios con una vida de santidad, porque la fe sin obras está muerta.
La fe en Jesús nos introduce en la gracia de Dios para estar firmes.