287 – El reino mesiánico

El reino mesiánicoEventos principales (II) – Desde Sion (6) – El trono del Rey

En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de YHVH, y de todas las naciones vendrán a ella en el nombre de YHVH en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón (Jeremías 3:17). Te has sentado en el trono juzgando con justicia. Reprendiste a las naciones, destruiste al malo, borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre… Ha dispuesto su trono para juicio. El juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud (Salmos 9:4-8) Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones… (Mateo 25:31,32)… Con juramento Dios le había jurado [a David] que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo [Mesías] para que se sentase en su trono (Hechos, 2:30)

Trono y juicio desde Sion

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar. Toda la Escritura da testimonio de Jesús; en ella tenemos todo el consejo de Dios, y una parte de ese consejo, diseminado ampliamente en la revelación de su palabra, podemos resumirlo de la siguiente manera: El Mesías, hijo de David, vendrá a Jerusalén donde establecerá su trono para juzgar a todas las naciones con rectitud.

En Sion será establecido el trono del Señor. Como lo fue en días del rey David, cuando conquistó la fortaleza de Sion, una fortaleza ocupada por los jebuseos que no había podido ser liberada con anterioridad, pero que lo fue en el inicio del reinado davídico. Hoy día esa fortaleza la tenemos en lo que llamamos la Explanada del templo, o en palabras musulmanas, la explanada de las mezquitas, donde está la abominación seguramente mencionada por Daniel y Jesús, un falso culto a la Media Luna Fértil, una fortaleza inexpugnable hasta ahora, que será liberada en el reino mesiánico, cuando el Rey de Israel establezca su trono en ese lugar.

La idolatría siempre se aferra a lugares físicos y geográficos de gran relevancia espiritual. Algunas montañas son elegidas como centro de una diversidad de cultos. Dios ha escogido el monte Sion, situado en Jerusalén, para poner en él su nombre, su trono y su templo. Desde el año 627-628 de nuestra era se construyó allí la mezquita de Omar, y ahí sigue como una fortaleza espiritual motivo de grandes conflictos mundiales.

Precisamente en ese lugar, renovado y transformado por los sucesos que precederán a la venida del Mesías, serán juzgadas todas las naciones de la tierra. Será rota la dureza del corazón de los hombres para dar paso a una era de paz y bienestar. Las naciones serán reprendidas, especialmente por el trato dado a su pueblo, los hermanos pequeños de Jesús. El antisemitismo será juzgado, destruido el malo, y borrado su nombre para siempre. El Rey que viene no juzgará según la vista de sus ojos, juzgará con justicia, herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío (Is.11:3,4).

Una vez realizado el juicio, la paz resultante permitirá que el lobo y el cordero moren juntos (Is.11:6). Se volverán sus espadas en rejas de arado; sus lanzas en hoces, no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán mas para la guerra (Is.2:4) (Miq.4:3).

Observa la consecuencia del juicio: Paz mundial y universal, ese es el propósito de su programa de gobierno. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la iniquidad (Heb.1:8,9). Leamos y grabemos. YHVH enviará desde Sion la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder (Sal.110:2,3). El Señor ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos (Hch.17:31).

Es el día del juicio a Babilonia y toda su influencia mundial. Recibirá en un solo día: muerte, llanto y hambre (Apc.18:7,8). El Cordero y Mesías la juzga desde el monte Sion. Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion (Apc.14:1). Porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga (Apc.18:8). Y los reyes de la tierra… los poderosos… se escondieron en las cuevas… y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado (Apc.6:15-17).

Observa que siempre se habla de un trono en Sion, la Jerusalén terrenal, para juzgar a las naciones que están sobre la tierra, por ello buscan los montes para esconderse. Es el momento cuando los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo (Apc.11:15). Este evento glorioso eleva una adoración universal en el cielo y en la tierra, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y reinaste (Apc.11:17 Biblia Textual). Como está escrito: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo… Este es el día que hizo YHVH; nos gozaremos y alegraremos en él… Bendito el que viene en el nombre de YHVH (Sal.118:22-26). Es el día del Señor. El trono ha sido establecido en Jerusalén. La justicia triunfa. El mal es derrotado. La paz inundará a los pueblos. Bendita esperanza. Pero hay más.

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