161 – El reino mesiánico

El reino mesiánicoLos profetas de Israel (XLVIII) – Isaías (34)

Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así YHVH el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones. (Isaías 61:11)

         Hemos dicho en distintas ocasiones a lo largo de este estudio que la profecía contiene muchas veces un doble cumplimiento. Uno que inicialmente está cercano en el tiempo, y otro que apunta hacia un periodo más lejano. A veces la profecía contiene diversas capas de interpretación, una literal y otra que lleva una carga más abstracta, indefinida, que da lugar a diversas interpretaciones.

Este capítulo de Isaías comienza con un mensaje inequívoco de la presencia del Mesías en su primera venida. Él mismo lo anunció cuando, entrando en la sinagoga de Capernaún, y leyendo los primeros textos de este pasaje, culminó diciendo: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros (Lc.4:17-21). El Espíritu de Dios estaba sobre el Siervo del Señor, enviado a predicar, vendar, publicar libertad, proclamar el año de la buena nueva (el evangelio), y en ese punto el Maestro terminó su lectura de forma deliberada. El tiempo profético era innegable.

Pero falta otro momento para que el resto de la profecía tenga su cumplimiento. El día de la venganza del Dios nuestro, el tiempo de consolar a los enlutados; ordenar que a los afligidos de Sion que se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado.

El día de Pentecostés, con el derramamiento del Espíritu en la ciudad de Jerusalén, hubo un inicio de esta profecía. El Espíritu se derramó y el gozo de la salvación inundó la ciudad. Sin embargo, fue también un tiempo de persecución de la palabra predicada; el libro de Hechos da buena cuenta de ello; por tanto, hubo un comienzo pero no su cumplimiento pleno que debe venir en su segunda venida.

Buena parte de lo que resta de profecía en este capítulo no ha tenido aún cumplimiento. Dice el profeta: Y vosotros seréis llamados sacerdotes de YHVH, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes (6). Os alabarán (7a). Tendrán gozo perpetuo (7b). Reconocerán [las naciones] que son linaje bendito de YHVH (9). Me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas (10). Todo ello dirigido a los hijos de Sion.

Y culmina con nuestro texto. El Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones. Está por llegar falta; lo será plenamente en el advenimiento del Mesías para reinar en Sion.

         Justicia y alabanza brotarán en todas las naciones. Bendita esperanza.

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