La homosexualidad viene a ser una realidad práctica como consecuencia de la caída en pecado del hombre, por tanto, no es el orden natural de la creación, sino una deformación del orden creacional.
No nos engañemos con paños calientes y argumentos científicos. Dios creó un hombre y una mujer para formar la familia, pero hoy nuestros gobernantes legalizan la homosexualidad y pretenden establecer otro tipo de familia con dos hombres o dos mujeres con posibilidad de adoptar niños. La nueva consejera de Bienestar y Familia del gobierno de Cataluña ha dicho que “No importa que haya dos papás o dos mamás, lo que importa es el niño y la idoneidad de la familia que adopta el menor. Lo que importa es que haya un buen entorno familiar y económico para cubrir las necesidades del niño”.
El profeta Isaías dijo: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz”.
La sociedad actual pretende “normalizar” la inmoralidad y convivir con ella en un marco de tolerancia y respeto. Cuando se establecen conductas impías como parte lógica de la convivencia hemos llegado a la desintegración de la sociedad para acabar en la demencia.
El pueblo de Dios es luz y sal en medio de la oscuridad y debe desenmascarar las obras de las tinieblas, viviendo vidas íntegras, sin contemporizar con el pecado, sino predicando el arrepentimiento que conduce a la vida y atrae la bendición de Dios al país.
El llamado “día del orgullo gay” no es mas que otro reflejo de aquella otra manifestación que se produjo frente a la casa de Lot en la ciudad de Sodoma para reclamar relaciones homosexuales con aquellos varones que había recibo como huéspedes (Génesis, 19). El justo Lot llamó a ese intento maldad. Nuestros políticos encabezan esas mismas manifestaciones hoy para mostrar “su progreso” y mendigar unos cuantos votos al coste que sea. Esas huestes pretenden intimidar con sus obscenidades para normalizar en la sociedad el mensaje de corrupción que se desprende de las prácticas homosexuales.
Las Escrituras dejan claro que estas obras son el resultado de la ira de Dios sobre el pecado: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen…” (Romanos 1).
Las Escrituras también nos muestran claramente que hubo personas que practicaban la homosexualidad antes de ser lavados en la sangre de Jesús, por tanto, hay remisión de cualquier pecado.
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”. (1Corintios, 6).
Jesús es la provisión de Dios para deshacer las obras de las tinieblas; la luz vino al mundo y los hombres amaron mas las tinieblas que la luz porque sus obras eran malas; pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su Nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Por tanto, hay restauración en la cruz del Calvario para todos aquellos que se arrepienten, reconocen que la homosexualidad no es su identidad natural, sino una deformación pecaminosa y renuncian a ella comenzando una nueva vida en Cristo, con nuevos hábitos y una nueva identidad en Cristo. La paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.
En Cristo somos hechos una nueva creación, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. La homosexualidad pertenece al viejo hombre con sus pasiones, vicios y deseos pecaminosos. Jesús dijo: “Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado, pero si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. La verdad te hará libre de los engaños de la vana imaginación y la confusión emocional. Cristo y su palabra es la verdad que te hará libre.
Muy buen comentario, ojala que mas adelante nos pueda compartir un estudio mas profundo sobre este tema, porque el homosexualismo esta perturbando mucho los buenos principios morales y sobre todo la niñez esta confundida, porque se les dice que es una opcion libre, y por otro lado que es un pecado. Que Dios lo ilumine pastor Virgilio y agradecido por estos estudios que nos envia.
¿Porqué odian el número siete ?
Odian el número siete, porque aman el número seis.
«Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto…mi ARCO he puesto en las nubes…» (Gen 9:12-13)
Este ARCO del pacto tiene siete colores.
La bandera de este movimiento tiene seis colores, han eliminado un color.