El término la gran comisión es uno de tantos que en la iglesia se ha simplificado demasiado y hemos perdido gran parte de la amplitud que contiene. Llevar a cabo la gran comisión es mucho más que repartir folletos, cantar canciones o tener programas evangelísticos en nuestros lugares de culto. En este libro queremos levantar nuestros ojos y ver a los pueblos inalcanzados con la plenitud del evangelio del reino.