GRATITUD Y ALABANZA (70) – Milagros y temores (3)

GRATITUD Y ALABANZA - 1LOS EVANGELIOS – Milagros y temores (3)

El muerto se incorporó y comenzó a hablar… El miedo se apoderó de todos, y alababan a Dios diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros y Dios ha venido a ayudar a su pueblo (Lucas 7:16 RV2020).

Veamos algunos ejemplos más donde se mezclan la alabanza y el temor por el milagro sucedido. Cuando Jesús resucitó al único hijo de la viuda de Naín, una vez que el joven salió de la muerte, dice el evangelio que el miedo se apoderó de todos, y alababan a Dios. En un ejemplo así es comprensible dicha reacción. La muerte contiene el mayor de los temores del hombre. El autor de Hebreos dice que estábamos sujetos a servidumbre por el temor de la muerte (Heb.2:14,15). Jesús la enfrentó con determinación en el caso de este joven y quienes le acompañaban quedaron sobrecogidos y perplejos de aquella manifestación.

En otra ocasión fueron los mismos discípulos quienes atemorizados y llenos de asombro, se preguntaban entre ellos: ¿Quién es este, que da órdenes a los vientos y a las aguas y le obedecen? Fue después que el Maestro ordenara a la tempestad y los fuertes vientos que se calmaran (Lc.8:23-25). Otro de los episodios donde muchos fueron sobrecogidos de temor, incluso diciendo a Jesús que se fuera de su comarca, fue después de liberar al endemoniado gadareno. Una vez el hombre recuperó la libertad y su comportamiento se normalizó, los que lo vieron tuvieron miedo, y toda la población de la región rogó a Jesús que se alejara de ellos porque el temor los dominaba (Lc.8:35-37 RV2020). Al parecer querían seguir en la situación anterior. Es decir, con el endemoniado rompiendo cadenas, desnudo y andando entre los sepulcros sin poder sujetarlo, a que se hubiera convertido en una persona equilibrada y reintegrada a la sociedad. El temor los dominaba. Incluso ante el hecho de una liberación tan poderosa en la que un hombre que acumulaba unos cinco mil demonios (se llamaba Legión, y una legión romana constaba de ese número) hubiera recobrado el sentido común.

El temor produce efectos tan nocivos que puede llevarnos a preferir la esclavitud a la libertad. Preferimos mantener nuestras vidas bajo la influencia del temor adaptándonos a la servidumbre, que vivir en libertad y responsabilidad. Fue el caso de muchos israelitas en el desierto, quienes preferían regresar a Egipto que avanzar hacia la tierra de la promesa. Hay muchas congregaciones que escogen el orden litúrgico del culto al desasosiego que pueda causar la libertad de adoración siguiendo al Espíritu de Dios y sus manifestaciones. Nuestra sociedad ha escogido someterse a medidas absolutamente desproporcionadas de falta de libertad por el temor a un virus cuyo origen se desconoce.

         El temor posterior a un milagro puede echar a Jesús del entorno.

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