EL REINO VENIDERO (29) – El Mesías recibido (3)

El reino venideroEl Mesías recibido (3)

Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador… sin temor le serviremos… porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados… (Lucas 1:67,74,76,77)

Zacarías, padre de Juan Bautista, profetizó acerca de un poderoso Salvador que el Dios de Israel levantaría para visitar a su pueblo y redimirlo. Aseguró que le servirían sin temor, y que su hijo Juan iría delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos, dar conocimiento de salvación a su pueblo Israel, y obtener el perdón de sus pecados. Todo ello está recogido en el testimonio del evangelio de Lucas. Me pregunto por qué la iglesia ha olvidado a lo largo de su historia estas verdades escritas.

Los pastores de la región de Judea, ocupados en sus tareas habituales guardando el rebaño en las vigilias de la noche, recibieron la visita de un ángel del Señor que los rodeó de su resplandor, dándoles este mensaje: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo; que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor (Lc.2:8-11). Un Salvador anunciado a Israel. Para todo el pueblo. Nuevas de gran gozo. Ha nacido. Ha llegado el esperado y Deseado de todas las naciones (Hageo 2:7). Los pastores creyeron el mensaje del ángel y fueron a Belén para ver lo sucedido, y que el Señor les había anunciado. Fueron apresuradamente, −tal era su expectativa de fe−, y hallaron a María, José y el niño acostado en el pesebre. Al verlo, creyeron, y dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que lo oyeron también lo creyeron y se maravillaron de lo que los pastores decían. Luego volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho (2:15-20).

Los pastores creyeron el anuncio del nacimiento del Mesías. Lo proclamaron sin temor alguno. El pueblo tuvo testimonio de su llegada y creyeron muchos de los que oyeron el mensaje. Todos ellos eran judíos piadosos, y temerosos de Dios que esperaban el cumplimiento de las profecías. Luego, como hemos visto en anteriores meditaciones, Simeón y Ana dieron gracias a Dios porque habían visto la salvación que el Señor había preparado para todos los pueblos. Ellos también esperaban la redención desde Jerusalén. Por tanto, estos hechos tuvieron lugar a los ojos del pueblo, no se había hecho en algún rincón (Hch.26:26). Eran sucesos ciertísimos entre nosotros (Lc.1:1).

         Zacarías, los pastores y el pueblo creyeron en la llegada del Salvador.

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