Los profetas de Israel (LX) – Sofonías (1)
Palabra de YHVH que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá (Sofonías 1:1)
Las fechas aproximadas en las que profetizó Sofonías se encuentran entre los años 630-612 a.C. Su nombre significa «El Señor esconde», o bien, «aquel a quién el Señor esconde». Procede de sangre real; era tataranieto del piadoso rey Ezequías. La época que le tocó vivir y anunciar juicios de Dios fue posterior a los reinados perversos de Manasés y Amón, siendo contemporáneo del rey Josías, aunque no se sabe si su mensaje precedió a las reformas del rey piadoso o posterior a ellas.
En cualquier caso, en medio de tiempos turbulentos, como en un paréntesis que presagia ruina, se levanta una voz anunciando el día del Señor. Ese día señalado por muchos de los profetas del Señor, y que en el libro de Sofonías es una constante, se anuncia juicio sobre todas las naciones.
El lenguaje del primer capítulo es convulso. Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra (1:2). Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos (1:3). Castigaré a los príncipes (1:8). Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra YHVH (1:17). Toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará a todos los habitantes de la tierra (1:18).
Palabras que me recuerdan aquellas otras del apóstol Pedro cuando habló del día del Señor: Los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos (2 P.3:7). El hombre actual se engaña a sí mismo pensando que podrá escapar del día anunciado creyendo que esos mensajes pertenecen a un tiempo ya olvidado.
Sofonías vuelve su mirada en el capítulo dos a las naciones vecinas del reino de Judá. Gaza será desamparada, Ascalón asolada; saquearán a Asdod, Ecrón será desarraigada… los cereteos… Canaán… Ascalón… Moab… Amón… Etiopia… Asiria… Nínive (2:4-13). Una vez más vemos que hoy estas naciones, o sus equivalentes en la misma geografía, son naciones islámicas. El juicio es porque deshonraron a mi pueblo; y se engrandecieron sobre mi territorio… por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo de YHVH (2:8,10). Y en el capítulo tres vemos el anuncio también del juicio y la restauración de Jerusalén y Judá.
El profeta Sofonías anuncia juicio universal el día del Señor, un día muy presente en su profecía y al que debemos atender con temor de Dios.