Engaño masivo (5)
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él (Apocalipsis 12:9)
¿Puede ser posible que una mentira tenga la fuerza y el potencial de alcanzar a todas las naciones de la tierra? ¿Es sensato o verosímil poner en duda una supuesta verdad que aceptan como tal gobiernos, naciones y la mayoría de Las gentes del mundo? Podríamos hacer algunas preguntas más en la misma dirección y la respuesta sería la misma: Sí. Sí, es posible engañar al mundo entero. Es posible hacer creer a naciones enteras una corriente de pensamiento, una verdad única, una ideología mayoritaria. La historia de la humanidad contiene diversos intentos para conseguirlo, iniciándose en la llanura de Sinar y el comienzo del reino de Babel en los días de su primer líder llamado Nimrod, cuyo modelo se extendió a todas las naciones de la tierra.
Lo anormal es no creer que semejante estrategia sea posible. La Biblia dice que el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan 5:19), por tanto, bajo su influencia engañosa, porque el diablo es mentiroso y padre de la mentira. La Escritura enseña con claridad que la muerte espiritual, producida por el pecado en el que hemos nacido, permite ser arrastrados por corrientes de pensamiento mundanas, que a su vez son impulsadas por el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que opera en los hijos de desobediencia; esa influencia engañosa y perversa se mantiene activada mientras la persona no ha sido regenerada (incluso después de nacer de nuevo su influencia puede alcanzarnos, recordar el ejemplo de los gálatas y su hechizo posterior a la predicación del apóstol Pablo), por lo cual, lo normal es que nuestros gobernantes acepten planteamientos ideológicos que se han establecido como verdad absoluta y han sido impuestos en sociedades supuestamente democráticas.
Vivir bajo el dominio de la potestad de las tinieblas (Colosenses 1:13) permite que se establezcan agendas ideológicas contrarias a la verdad de Dios, impulsadas por Satanás y los ángeles que fueron arrojados con él a la tierra. Sobre la pandemia que nos azota la mayoría de naciones han aceptado las tesis de la OMS a pesar de que existen dudas razonables y ocultaciones sospechosas sobre su estrategia; las medidas desproporcionadas que se han tomado que en muchos casos están produciendo mayores daños que el propio virus. El supuesto remedio peor que la enfermedad. Sin embargo, mayoritariamente se aceptan creyendo los débiles y contradictorios argumentos que los sustentan.
No nos engañemos. Es posible manipular a todas las naciones atrapándolas mediante un poder demoníaco mundial que las hechiza.