GRATITUD Y ALABANZA (71) – Milagros y temores (4)

GRATITUD Y ALABANZA - 1LOS EVANGELIOS – Milagros y temores (4)

Las mujeres sintieron temor e inclinaron el rostro a tierra. Ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado (Lucas 24:5,6 RV2020).

A lo largo de la Escritura nos encontramos con muchos episodios donde las personas que tienen experiencias sobrenaturales como milagros o apariciones de seres celestiales quedan atrapadas por el temor. De tal manera que el mensaje inicial que recibían era: No temas. Fue el caso de las revelaciones que recibió el profeta Daniel y muchos otros. También lo vemos cuando Jesús se le apareció a Pablo en la ciudad de Corinto; y a Juan al recibir la revelación del Apocalipsis. El temor está presente en toda manifestación que nos sorprende. Somos muy sensibles a quedar atrapados bajo su hechizo paralizante. Y si queremos avanzar en la madurez de la fe debemos saber sacudirnos los miedos para poder recibir el mensaje que supera nuestras limitaciones.

Lo vemos en la montaña donde Jesús subió con Pedro, Juan y Santiago. Mientras el Señor oraba se manifestó la gloria de Dios, aparecieron Moisés y Elías con ellos hablando de la partida de Jesús a Jerusalén, y una voz del cielo que dijo: este es mi Hijo amado, a él oíd. Pues bien, los tres discípulos al quedar atrapados por aquella nube de gloria se asustaron sin entender lo que pasaba. Pedro se sintió pronto muy bien y quiso quedarse en aquel lugar haciendo tres cabañas, una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías.

Pero sobre todo, la experiencia que tardaron los discípulos más tiempo en asimilar fue la resurrección del Mesías. Las mujeres se quedaron perplejas viendo la piedra removida. Luego vieron dos hombres con vestiduras resplandecientes y sintieron temor. A los apóstoles les pareció locura lo que más tarde dijeron las mujeres que habían visto al Maestro resucitado. Cuando el mismo Señor se les apareció a todos ellos, estaban sobresaltados y asustados, de tal forma que las primeras palabras del Resucitado fueron: Paz a vosotros. Para decirles a continuación: ¿Por qué os asustáis? El temor y la incredulidad estuvieron muy presentes en las primeras horas de la resurrección de Jesús. El peor de los enemigos había sido vencido y eso parecía demasiado sorprendente para ser verdad. El que tenía el poder de la  muerte, esto es el diablo (Heb.2:14,15), había sido derrotado, y los hombres que llevaban toda la vida sujetos a su servidumbre no lo asimilaban aún. Jesús tuvo que esforzase mucho para convencerlos. Comió y anduvo con ellos. Les mostró sus manos, pies y el costado traspasado. Y durante cuarenta días les enseñó sobre el reino de Dios. El milagro de la resurrección finalmente venció el temor y la incredulidad.

         Necesitamos aferrarnos a los milagros y soltar el temor con gratitud.

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