GRATITUD Y ALABANZA (41) – No glorificaron a Dios – Nimrod en Babel (3)

GRATITUD Y ALABANZA - 1No glorificaron a Dios – Nimrod en Babel (3)

Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció YHVH desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad (Génesis 11:7,8 RV60).

Cuando Dios creó al hombre y sopló en él aliento de vida, además lo habilitó de la capacidad creativa de hablar. El Verbo (la palabra) que estaba en el principio con Dios, y por cuya acción fue constituido el universo, como está escrito: Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía (Hebreos 11:3); ese verbo, —la palabra—, fue dado a los hombres para poder comunicarse entre ellos, poner nombre a los animales, incluso llamar las cosas que no son como si fueran, imitando a Dios, creando realidades invisibles al ojo humano. Un potencial inmenso para usarlo en sujeción al Dador de la vida.

Dios es también un Dios de fe, llama a las cosas que no son como si fueran (Romanos 4:17). Además, la fe viene… por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17). Estas verdades son eternas y forman parte del reino de Dios. Jesús hablando acerca del reino enseñó que cuando el sembrador sale a sembrar y siembra buena semilla, por la noche viene un enemigo y siembra cizaña; también que el ladrón sin entrar por la puerta, pretende asaltar las verdades del reino y usarlas en beneficio propio mediante un espíritu de rebelión contra el Hacedor de todas las cosas. Ese ladrón y salteador no entra por la puerta del redil, que es Jesús (Juan 10:1,9), sino que asalta los principios del reino, la autoridad del reino, el potencial del reino, usándolo en beneficio propio y el de sus proyectos contrarios a la voluntad de Dios. Viene a robar, matar y destruir, y lo hace en  buena medida mediante el potencial que anida en el reino, manipulándolo, falsificándolo e imitándolo. Esa fue la estrategia de Nimrod en la llanura de Sinar y de las élites globalistas en nuestros días.

Recordemos que la apostasía también viene por el oír liberando una fe falsa; unidad alejada de los valores del reino de Dios, por escuchar a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1). Lo que ha predominado en estos tiempos de coronavirus es el engaño, la manipulación, el temor, la persecución al disidente, todo ello valores propios de quienes pretenden imponer su dominio al mundo usando verdades universales pero falsificadas. De ahí que el Consejo celestial determinara confundir la lengua en Babel, evitar su entendimiento, porque la obstinación creada por la fuerza del pensamiento unánime impedía otra opción. El Salmo 2 nos habla de la reunión de gobernantes y pueblos contra el Señor que no impedirán el establecimiento del reino de Dios en Sion.

         La imitación del falso gobierno mundial acabará en juicio y confusión.

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