En Apocalipsis (IV) – Los reinos del mundo son del Mesías
Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos… Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras… porque has tomado tu gran poder, y has reinado (Apocalipsis 11:15-17)
¡Por fin! La oración que durante siglos hemos estado elevando al trono de la gracia: «Venga tu reino, hágase tu voluntad», será respondida en plenitud. Ahora lo es en parte, con limitaciones, pero está escrito que los reinos del mundo vienen a ser de nuestro Señor y Mesías. El reino ha llegado en plenitud. La espera ha merecido la pena. Hay un día señalado para este evento. Lo tenemos por delante.
El heredero del trono de David, a quien anunciaron los profetas y apóstoles, viene a Jerusalén para establecer su reino sobre todas las naciones. Hageo dijo que es el Deseado de todas las naciones. La justicia se establece. La paz como un río (Is.66:12). Y todas las naciones verán al Hijo de Dios reinando con equidad. El anhelo de justicia de tantas generaciones llegará a su culminación. La injusticia que ha predominado será vencida. Los gobernantes de este mundo que se han enseñoreado de los pueblos imponiendo su tiranía serán juzgados.
Este juicio justo levantará una adoración universal como el clamor del pueblo redimido que ha esperado la vindicación de su causa (11:16). Todas las naciones vendrán y le adorarán (15:2-4). Es el tiempo de destruir a los que destruyen la tierra, aquellos que en lugar de actuar como mayordomos sujetos a la soberanía del Dador de toda autoridad se han dedicado a ejercer dominio enseñoreándose de sus semejantes. Ahora serán juzgados por el Rey de reyes.
Su ira se ha derramado, el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a sus siervos los profetas, los santos, los que temen su nombre, pequeños y grandes (11:18). La sangre de los mártires es vindicada (17:6). El clamor ha subido ante su trono diciendo:¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? (6:10). No habrá nada oculto que no sea juzgado.
El que ama la justicia y aborrece la iniquidad ha sido ungido para establecer su trono sobre todas las naciones de la tierra (Heb.1:8,9). Su reino ha venido a la tierra. ¡A la tierra! Repito. ¡A la tierra! No es un reino etéreo, espiritual o invisible, es la manifestación de su reino sobre todas las naciones; porque los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y Mesías. El que eres y el que eras, (en la versión Reina Valera sigue diciendo y que has de venir, pero ya ha venido), porque has tomado tu gran poder y reinaste (11:17 BTXIV y LBLA).
Los reinos del mundo han venido a ser del Mesías, heredero de David.