HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO
Virgilio Zaballos
TEXTO
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso (Lc.23:39-43).
INTRODUCCIÓN
El llamado buen ladrón acababa de oír: Padre, perdónalos… Supo que Jesús era Rey y comprendió que nunca es tarde para el arrepentimiento.
Los dos ladrones representan dos actitudes: Por un lado la del endurecimiento de corazón a pesar de la dureza de las circunstancias propias, y por el otro la de un corazón arrepentido en medio de la desesperanza absoluta. Ambas actitudes representan a la mayoría de los seres humanos.
Ese día, dice el mismo Lucas, había en Jerusalén una atmósfera de tinieblas
Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas (Lc. 22:53).
En medio de la oscuridad más profunda de nuestras vidas podemos recibir un rayo de luz que traspasará las densas tinieblas y nos introducirá en la luz de su Reino.
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella (Jn. 1:5).
Sobre este «buen ladrón» alguien ha dicho: Fue tan buen ladrón que murió robando el cielo. Se conformaba con un recuerdo (acuérdate de mí), y Jesús le dio una posesión (estarás conmigo en el paraíso).
El Mesías estuvo seis horas colgado en la cruz. En ese tiempo este delincuente sufrió una transformación. Al principio le injuriaba junto con su compañero de fechorías (Mt.27:44), luego vino una gran oscuridad de tres horas sobre la tierra (Mt.27:45), y esa atmósfera terrible le hizo comprender que necesitaba luz en medio de la oscuridad; aceptó que Jesús era esa luz y el rey que necesitaba.
A. TU PALABRA ES VERDAD
En estas breves palabras de Jesús podemos condensar la mayor dicha posible que un hombre en medio de las tinieblas y el juicio puede experimentar:
- «Hoy». Prontitud. Un instante de Dios puede cambiar toda una vida desperdiciada.
- «Estarás». Seguridad. La certeza de confiar en la palabra de Dios.
- «Conmigo». Compañía. El cielo es Jesucristo. La comunión imperecedera.
- «En el paraíso». Felicidad. Lo que Adán perdió el ladrón recuperó.
De estas breves palabras enfaticemos dos: «Estarás conmigo».
Si prescindimos del tiempo (hoy), y el lugar (paraíso), nos quedamos con la persona, comunión, unidad, la unión con Cristo, el que se une al Señor, un espíritu es con él (1 Co.6:17).
B. LA VIDA CRISTIANA ES ESTAR CON JESUS
Encontramos muchos ejemplos de esta verdad en las Escrituras, especialmente en la realidad del Nuevo Pacto. Podemos resumir la vida cristiana en comunión con Jesús, Cristo en nosotros…
- Jesús llamó a doce para que estuvieran con él (Mr. 3:13-15).
- Fue a preparar un lugar para estar con los suyos (Jn.14:1-3).
- El llamamiento es para venir a él todos los que están… (Mt.11:28).
- Vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Lc.19:10).
- Vino para llevar a muchos a la gloria (Heb.2:10) (Jn.17:24).
- Él dijo: Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin (Mt.28:20). Y también: No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros (Jn.14:18). Y otra vez: Donde están dos o tres en mi nombre estoy en medio de ellos (Mt.18:20).
- Jesús dijo: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, separados de mí nada podéis hacer (Jn.15:5).
- El apóstol Juan escribió: El que tiene al Hijo tiene la vida (1Jn.5:12).
- La esposa en el Cantar de los Cantares dice: Yo soy de mi amado, y mi amado es mío… (6:3) conmigo tiene su contentamiento (7:10).
- Pablo escribió: El que se une al Señor es un espíritu con él (1 Co.6:17). Y otra vez: Cristo en nosotros la esperanza de gloria (Col.1:27).
Esta verdad de la unión con Cristo es la esencia de la vida cristiana. Una fusión indisoluble del creyente con el Mesías. Jesús es la vid verdadera, y separados de él nada podemos hacer. El Señor no hizo acepción de personas con el ladrón. El mismo mensaje que había dado a los suyos, que estuvieron con él desde el principio, fue el que le dio a última hora al ladrón de la cruz: Hoy estarás conmigo en el paraíso. Sean cuales fueren nuestras circunstancias en las que el Señor nos encuentre, si nos volvemos a él con arrepentimiento de corazón encontraremos la restauración que nos devuelve la comunión perdida en Adán y que recuperamos en Jesús.
C. PARA NOSOTROS HOY
El Salvador puede encontrarnos en cualquiera de nuestras circunstancias personales, sean de tinieblas o cualquier otra. En esta hora de tinieblas y decadencia en España y Europa su voz nos dice: Estarás conmigo… O en palabras del profeta Isaías: No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia (Isaías 41:10). Vivimos tiempos de oscuridad que no debemos ignorar, a la vez nuestra esperanza es aquel que dijo: Os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad: yo he vencido al mundo (Juan 16:33).
Hoy es día de salvación. La mano del Señor no se ha acortado para salvar, por tanto, hay esperanza para todos los que se acercan a él en sus actuales circunstancias. Su palabra nunca pasará. Ven a él hoy sin demora.