31 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – El día de Pentecostés (Shavuot)

La vida en el Espíritu - MeditacionesEl día de Pentecostés

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según les daba habilidad para expresarse.  (Hechos 2:1-4).

Y llegó Pentecostés. Diez días después de la ascensión de Jesús al cielo, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís (Hch.2:33). Esta fue la respuesta del apóstol Pedro ante una multitud atónita y confundida por el suceso que acababa de tener lugar en Jerusalén. Era el anunciado día de Pentecostés, (Shavuot), una de las tres fiestas judías principales y anuales, llamada también de las Semanas, cincuenta días desde la Pascua y los primeros frutos hasta Pentecostés.

Algunos ven en este suceso el nacimiento de la iglesia, pero recordemos que la congregación de Dios ya existía, nació en el Sinaí, llamado el día de la asamblea por Moisés en Deuteronomio 9:10; 10:4 y 18:16. Es el término Kahal, en hebreo, que se ha traducido al griego por eklessia, que significa congregación o asamblea.

Pues bien, este día, los apóstoles estaban juntos, con las mujeres, y María la madre de Jesús, y los hermanos de él; estaban unánimes, entregados de continuo a  la oración (Hch. 1:14). Cuando de repente les sorprendió un ruido del cielo como una ráfaga de viento impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados. ¡Estaban sentados! Curioso. De pronto comenzaron a tener experiencias excepcionales: lenguas como de fuego repartidas sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y todos comenzaron a hablar en otras lenguas, según la habilidad que les daba el Espíritu para expresarse.

Su lengua fue desatada para hablar las maravillas de Dios, y todo ello como cumplimiento de la profecía de Joel, así como el anuncio que Jesús les había hecho de que se quedaran en Jerusalén para ser investidos de poder de lo alto. Esta experiencia, con algunas variaciones, se repetirá en el libro de los Hechos en diversas ocasiones; lo veremos más adelante.

Todo el proceso anunciado por Jesús se estaba cumpliendo delante de sus ojos. Ya no serían los mismos nunca más. La historia entraba así en una nueva era, la del Espíritu Santo revelando a Jesús hasta que el venga.

         Hay un día señalado para ser lleno del Espíritu y mudado en otro hombre. Cuando llega nuestras vidas son transformadas para siempre.

Download PDF

Deja un comentario