Consideraciones finales (1) – A modo de resumen
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará… Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido (1 Corintios 13:9,10,12)
Comencé a escribir este tema en octubre del año 2016, aunque previamente los meses anteriores trabajé recabando información y estudiando en todas las Escrituras acerca del reino mesiánico. Pasé cuidadosamente por toda la Biblia sombreando los textos donde me parecía encontrar una referencia al futuro reino milenial. Luego anoté en varios cuadernos los textos con sus correspondientes notas que me sirvieron de guía para iniciar la fase de escribir de forma sistemática las doscientas sesenta y nueve reflexiones a las que hemos llegado.
Como quiera que hayan transcurrido meses desde su inicio, en varias ocasiones he tenido que parar tratando de armonizar su contenido de la forma más ordenada posible. He ido siguiendo el recorrido bíblico, tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento, para estudiar las diversas piezas de este inmenso puzle.
Hasta ahora hemos visto las distintas piezas de que se compone por sí mismas, a partir de ahora, y a modo de resumen final, trataré de sintetizar su contenido mediante algunas consideraciones finales que nos sirvan para tener una panorámica global de este importante tema de la Escritura.
Repetiré algunos argumentos que ya han aparecido con el fin de refrescar la memoria después de tantos meses escribiendo sobre el reino que vendrá.
Soy consciente que hay diversas posturas acerca del Milenio en la teología cristiana; algunos lo niegan, otros lo espiritualizan llegando a decir que ya vivimos en él, pero hay quienes, de la misma forma que los profetas de Israel, los apóstoles de nuestro Señor y la congregación del primer siglo, tuvieron una postura clara al respecto del reino mesiánico. Luego, especialmente con el alejamiento de las raíces hebreas de la fe, y el acercamiento a posturas filosóficas de la cultura griega y romana, se derivó hacia el olvido de un tema tan ampliamente revelado en la Escritura, acudiendo para ello a una interpretación simbólica de su contenido alejándose así de la literalidad de lo que está escrito.
Por ello he querido pararme en la inmensidad de textos donde encontramos reseñas claras sobre este tema. Debemos conocer los tiempos que vivimos, y la parte revelada que podemos ver, aunque solo sea en parte, del reino venidero.
No deberíamos soslayar un tema tan ampliamente expuesto en la Escritura como es el reino venidero en Jerusalén. Recordemos y repasemos.