En las Cartas (VI) – 1 y 2 Tesalonicenses (2)
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él (1 Tesalonicenses 4:13,14)
Después de haber hecho un repaso breve sobre algunos de los textos que aparecen en las cartas de Pablo acerca del reino, centrémonos ahora en el contenido de las cartas a los tesalonicenses donde aborda algunas de las preguntas que se habían suscitado en esta iglesia.
El mensaje del evangelio contiene una esperanza gloriosa. Fue predicado en la ciudad de Tesalónica y muchas otras ciudades de la cuenca Mediterránea, produciendo un nuevo amanecer sobre los corazones de los hombres. También surgieron algunas preguntas sobre cómo se desarrollarán sucesos tan gloriosos y exclusivos del mensaje de profetas y apóstoles. Pablo dice en primer lugar que no debemos ignorar acerca de las personas que nos han precedido en la muerte, porque hay una esperanza que impide caer en la tristeza.
El evangelio contiene una esperanza sujeta a la obra redentora del Mesías. Jesús murió y resucitó, por tanto, en su venida a la tierra traerá con él a los que durmieron en él. Su venida será anunciada mediante el sonido del shofar. Se tocará la trompeta y los muertos en Cristo resucitarán (1 Co.15:52); y quienes estén vivos en ese evento serán transformados y arrebatados para el Señor y su gobierno.
Reinar con Cristo tiene dos aspectos diferenciados en la Escritura. Por un lado los que resuciten en la primera resurrección reinarán con él mil años (Ap. 20:6); las personas que resucitan en ese momento no pasarán más por la muerte, la muerte no tiene potestad sobre ellos. Por otro lado, reinarán por los siglos de los siglos (Ap.22:5). Siempre es complejo tratar de poner en orden todos los sucesos de los últimos tiempos.
En la primera carta a los tesalonicenses vemos que el día de la resurrección tienen lugar diferentes eventos que debemos complementar con otros pasajes que iremos viendo próximamente. Los que encontramos aquí podemos resumirlos de la siguiente manera: El Señor trae con él a los que durmieron en él; desciende del cielo al sonido de trompeta y los muertos en Cristo oirán su voz y resucitarán primero; los que vivan en la tierra serán arrebatados y transformados en el aire para estar con el Señor. Pero el Rey no se quedará en el aire de forma invisible, sino que vendrá a Jerusalén a tomar el trono de David y reinar con los suyos por mil años. Este es el mensaje claro y amplio en la Escritura de los profetas de Israel.
En su venida resucitaremos y seremos transformados a su semejanza.