175 – El reino mesiánico

El reino mesiánicoLos profetas de Israel (LXII) – Sofonías (3)

Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. YHVH ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; YHVH es Rey en Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. YHVH está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos (Sofonías 3:14-17)

         Memorable. Comprendo que el apóstol Pedro dijera: Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro (2 P.1:19). El mismo profeta que comenzó su discurso anunciando juicio universal sobre todas las naciones, luego sobre los pueblos que rodeaban y rodean el actual Estado de Israel, para después anunciar juicio sobre el pecado de Jerusalén y Judá; ahora eleva su canto memorable anunciando los días de restauración del pueblo de las promesas.

Canta, hija de Sion. Da voces de júbilo. Gózate y regocíjate de todo corazón. Los juicios han sido apartados. Los enemigos fueron echados lejos. El Señor reina. Ha llegado el día. El reino largamente esperado ha sido entronizado en la ciudad del gran Rey. Está en medio de su pueblo. Israel nunca más verá el mal. No más temor. No más debilidad y objeto de burla.

El Señor está en medio de ti y se goza sobre ti con cánticos. Él salvará. La esperanza se ha materializado. Ya no es esperanza sino realidad. La fe ha dado lugar a verle cara a cara. Le veremos tal como él es (1 Jn.3:2). Su poder se ha manifestado. El poder de su fuerza se ha hecho realidad en la tierra.

El Señor calla de amor por su pueblo. No se acuerda más de sus iniquidades; han sido arrojadas a lo profundo del mar (Miq. 7:19). Se regocija con su pueblo con cánticos. El Señor canta. La música ha sido creada por Él. Ha retornado delante de su trono y es sublime el canto que se oye en la ciudad gozo de toda la tierra (Sal. 48:2).

¡Aleluya! Sofonías ha dejado para el final de su mensaje el mejor vino. Y culmina con estas palabras: En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo; pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio de vuestros ojos, dice YHVH (3:20). La simiente santa, y apartada finalmente, viene a ser una bendición para todos los pueblos de la tierra. Las promesas hechas a Abraham y su simiente cumplidas. Hará el Señor banquete de manjares suculentos a todos los pueblos en este monte (Is.25:6). Amén.

         La profecía de Sofonías termina con el Rey en Jerusalén. Una gran fiesta de gozo, júbilo y canto tendrá lugar en la ciudad eterna.

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