GRATITUD Y ALABANZA (116) – Gratitud en el cielo (6)

GRATITUD Y ALABANZA - 1GRATITUD CELESTIAL – Adoración y gratitud en el cielo (6)

Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado (Apocalipsis 15:3,4).

Vemos ahora en el recorrido que estamos haciendo por algunos de los pasajes del libro de Apocalipsis que aparecen siete ángeles con las siete plagas finales que consuman la ira de Dios. Luego encontramos aquellos que habían alcanzado la victoria sobre la marca de la bestia, —el dominio ejercido con tiranía sobre los habitantes de la tierra—, que cantan el cántico de Moisés y del Cordero. Muchos se preguntan en medio de las injusticias sufridas en la tierra por qué Dios permanece impasible ante esas muestras de iniquidad. Sin embargo, sus juicios están en la tierra en múltiples ocasiones (Is.26:9), aunque hay un juicio final sobre todas las obras de iniquidad que ahora se le muestra a Juan. Como está escrito, todo tiene su tiempo debajo del sol. Y ha llegado el tiempo de las siete últimas plagas que consuman el furor de la ira de Dios.

Miremos también a los que han alcanzado la victoria sobre el dominio de la bestia cantando porque la hora de su juicio ha llegado. Veamos el contenido de este cántico. En primer lugar hay una alabanza por las obras de Dios. Grandes y maravillosas son tus obras. Primero la grandeza de Dios. Es el Todopoderoso. No tiene igual. A pesar del daño causado por el diablo, la bestia y el falso profeta sobre los moradores de la tierra, el Señor sigue en su trono como Dueño de la creación. Sus caminos son justos y verdaderos. Hay rectitud y verdad andando con Dios. Fuera de Él injusticia y mentira, que son las señas de identidad del príncipe de la potestad del aire que opera sobre los hijos de desobediencia.

El Señor habita la santidad y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados (Is.57:15). El cántico también contiene el temor de Dios y glorificar su nombre porque Él es santo, y la santidad conviene a su casa. Sin ella nadie verá al Señor (Heb.12:14). Vendrán todas las naciones y le adorarán. Entramos así en el reino mesiánico, donde la tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar (Is.11:9) (Hab. 2:14). Y lo harán, termina el cántico, porque sus juicios se han manifestado. Un reino de justicia y paz sobre las naciones de la tierra tras una tormentosa deriva de iniquidad e injusticias que han llenado la historia de los pueblos.

          Los vencedores cantan el cántico de Moisés y del Cordero con gratitud.

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