Los profetas de Israel (LV) – Joel (1)
Palabra de YHVH que vino a Joel, hijo de Petuel… Proclamad ayuno, convocad asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de YHVH vuestro Dios, y clamad a YHVH… Tocad trompeta en Sion… porque viene el día de YHVH, porque está cercano… porque grande es el día de YHVH, y muy terrible, ¿quién podrá soportarlo? (Joel 1:1, 14; 2:1,11)
Entramos ahora en el contenido de la profecía de Joel. Este libro es uno de los que no se conoce la fecha de su composición. Tampoco se sabe gran cosa de la biografía de su autor, salvo que era hijo de Petuel, y seguramente profetizó sobre Judá. Joel significa YHVH es Dios. Se cree que fue uno de los primeros profetas escriturales, y muchos expositores bíblicos concuerdan en situar el tiempo de su profecía en el periodo de los primeros profetas de Israel.
Estamos, por tanto, ante una voz profética casi anónima. Aunque los datos biográficos siempre arrojan luz sobre su contexto histórico y ayudan a comprender su contenido, en el caso de Joel el mensaje es alto y claro. Se inicia con el anuncio de un juicio sobre la tierra de Judá de un ejército devastador en forma de plaga de oruga, saltón, revoltón y langosta. No hay una postura definitiva en cuanto a si esta plaga era literal, o una alegoría de un ejército invasor. Su literalidad concuerda con los juicios anunciados por el Señor sobre Israel en el caso de desobediencia al pacto (Dt.28:38-42).
En cualquier caso el anuncio de juicio es evidente y claro. Como lo es también el llamamiento a proclamad ayuno; convocad asamblea; congregar a los ancianos y todos los moradores de la tierra en la casa de YHVH para clamar por su liberación. Tenemos aquí un principio que se repite por toda la Escritura. Si se humillare mi pueblo, sobre el cual es invocado mi nombre, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra (2 Cr.7:14).
Es un llamamiento urgente por la inminencia del día del Señor. Y ese día es de juicio. Terrible. ¿Quién podrá soportarlo? Hasta en cinco ocasiones anuncia Joel ese día (1:5) (2:1,11,31) (3:14). Muchos otros profetas lo anunciaron también, y siempre está vinculado al juicio de Dios, el día de su ira; de tinieblas y no de luz (Amós 5:20). Un día anterior a la llegada del Mesías (Mal.4:5). El día de venganza (Is.61:2). Jesús lo llama el día postrero (Jn.6:39,40,44,54). Pablo y Pedro lo llaman el día del Señor (1 Tes.5:2) (Fil.1:6,10; 2:16) (2 P.3:10). Un día en el que convergen una serie de acontecimientos finales.
La voz del profeta anuncia la necesidad de convocar ayuno y clamor antes de los juicios del día del Señor sobre la tierra.