14 – LA REDENCIÓN – Abraham fue justificado por la fe

La locura de la cruzAbraham fue justificado por la fe

Porque ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia…   (Romanos 4:3 LBLA)

En el patriarca Abraham encontramos la base de nuestra fe, tanto la fe del pueblo de Israel, como la fe de los creyentes en Yeshúa. El padre de la fe tuvo obras, aunque esas obras tampoco eran suficientes delante de Dios para justificarle, sino que creyó en Dios y le fue contado por justicia. Lo dice la Escritura: Y Abram creyó en el Señor, y El se lo reconoció por justicia (Génesis 15:6). ¡Qué valor inmenso le da el apóstol a la Escritura! ¡Está escrito! La verdad de Dios está encerrada en la Escritura.

La fe es antes que la ley. Abraham es anterior a Moisés. En el capítulo 4 de Romanos Pablo lo expone magistralmente. No ha recibido una nueva revelación, sino luz sobre lo escrito. Podemos leer la Biblia indefinidamente y no encontrar revelación. Saulo de Tarso lo hizo por un tiempo. Pero cuando el Espíritu esparce luz sobre la Escritura podemos ver las maravillas de su palabra.

El apóstol de los gentiles fundamenta su exégesis en el padre de la fe, Abraham, pero también ve la misma revelación en los Salmos de David. David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios atribuye justicia aparte de las obras: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades han sido perdonadas, y cuyos pecados han sido cubiertos. Bienaventurado el hombre cuyo pecado el Señor no tomara en cuenta (Rom. 4:6-8 con Salmos 32:1,2). Luego incluye en la justicia de Dios a los incircuncisos, es decir, los gentiles, que vivían alejados de los pactos y las promesas hechas a Israel. Para que fuera [Abraham] padre de todos los que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también a ellos les fuera imputada” (Rom. 4:11). Y también a los judíos (Rom.4:12).

El padre de la fe recibió la justicia de Dios mediante la fe. Y no solo por él fue escrito que le fue contada, sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor, el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación (Rom. 4:23-25). Una vez más vemos que en el evangelio la justicia de Dios se revela por medio de la fe. Y ese evangelio estaba oculto durante un tiempo para ser manifestado. La revelación del misterio que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin, pero que ahora ha sido manifestado, y por las Escrituras de los profetas, conforme al mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para guiarlas a la obediencia de la fe” (Rom. 16:25-26).

         La Escritura revela en Abraham, David y los profetas, la justicia de Dios mediante la fe, y alcanza a todas las naciones para ser bendecidas por fe.

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