25 – LA LUCHA INTERIOR – El profeta Ezequiel sobre Edom (1)

Lucha interiorEl profeta Ezequiel sobre Edom (I)

Así dice el Señor Dios: Por cuanto Edom ha obrado vengativamente contra la casa de Judá, ha incurrido en grave culpa y se ha vengado de ellos, por tanto, así dice el Señor: Yo extenderé también mi mano contra Edom y cortaré de ella hombres y animales y la dejaré en ruinas; desde Temán hasta Dedán caerán a espada. Pondré mi venganza contra Edom en mano de mi pueblo Israel, y harán en Edom conforme a mi ira y conforme a mi furor; así conocerán mi venganza, declara el Señor Dios  (Ezequiel 25:12-14 LBLA).

Hemos dicho que varios de los profetas de Israel profetizaron sobre Edom. Hasta ahora hemos visto la profecía de Isaías, Jeremías, Abdías y ahora veremos la de Ezequiel.

Toda la Escritura muestra con nitidez que Dios interviene en los asuntos de las naciones. La mentalidad materialista y laica de nuestra generación pretende ignorarlo porque ignora la Escritura y el poder de Dios. El apóstol Juan nos dice que el mundo está bajo el maligno, nos habla del príncipe de la potestad del aire que opera en los hijos de desobediencia.

Hay un dominio espiritual detrás de las naciones que se oponen a la voluntad de Dios, y esa oposición siempre se manifiesta mediante resistir su palabra y perseguir al pueblo de Dios. El diablo se opone a Dios a través de su animadversión al pueblo que tiene las promesas y el evangelio, es decir, Israel y la iglesia.

El reino de Edom manifestó su naturaleza vengativa contra la casa de Judá cuando Israel estaba en su máxima debilidad. Esta actitud fue considerada grave en el consejo de Dios y por ello se emitió un juicio contra la casa de Esaú. Todo lo que el hombre siembra, eso siega. Edom sembró venganza y recogió venganza y ruina. La mano ejecutora sería el mismo Israel. Esta verdad se repite en la Escritura en varias ocasiones.

Dios pone su ira y furor en mano de imperios o reinos. Así fue con Babilonia sobre Judá, lo fue sobre Babilonia a mano de los persas. Por tanto, vemos muchos casos donde el Señor envía sus juicios mediante pueblos que más tarde son juzgados. No hay ningún reino establecido sobre verdadera justicia hasta que vengan el Rey de Israel.

Dios puso en manos de España el descubrimiento del Nuevo Mundo y gran parte de lo que vendría después, hasta que a su vez fue juzgada por sus extralimitaciones. No debemos ser ligeros a la hora de emitir veredictos sin revelación, pero sí debemos conocer las verdades reveladas que nos dan luz sobre el devenir de los pueblos. La justicia engrandece a la nación, más el pecado es afrenta de las naciones (Pr. 14:34).

         Edom nos enseña a no ser vengativos con Israel ni con ningún otro pueblo. El evangelio enseña que no debemos vengarnos nosotros mismos.

Download PDF

Deja un comentario