9 – LA REDENCIÓN – Por medio de la fe en Jesucristo

La locura de la cruzPor medio de la fe en Jesucristo

Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas; es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen; porque no hay distinción (Romanos 3:21-22 LBLA)

La justicia de Dios ha sido manifestada. Es decir, la justicia divina ha sido satisfecha. Tal vez podemos invertir el orden y decir que una vez satisfecha la justicia de Dios, ha sido manifestada para ser aplicada a todos aquellos que creen en aquel que la ha hecho posible: Jesucristo. Por eso, en ningún otro hay salvación, porque  no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cuál podamos ser salvos (Hch. 4:12).

Jesús ha satisfecho la justicia de Dios para que podamos acercarnos en plena certidumbre de fe, para alcanzar gracia y la ayuda oportuna. Esa justicia ha sido testificada por la ley y por los profetas, por tanto, hay una secuencia de continuidad. Estaba encerrada para ser manifestada. Se veía en sombra, pero ahora ha sido revelada en plenitud en la persona y obra de Jesús. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre (1 Tim. 2:5).

Esta gracia estaba destinada. Es el plan de Dios desde la eternidad, pero se ha presentado progresivamente para alcanzar a todos aquellos que han llegado al fin de los tiempos. La redención estaba  preparada incluso antes de la caída. Porque El estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros (1 Pedro 1:20). Y antes dijo el apóstol Pedro: Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles (1 Pedro 1:10-12 RV60).

La revelación del evangelio estaba contenida en la ley y los profetas, es decir, las Escrituras judías. Somos deudores (Ro.15:27). Seamos agradecidos. Aceptemos la soberanía de Dios. Y pongamos nuestra fe en el Mesías de Israel, el redentor del mundo.

           La fe en Jesús activa todo el plan de salvación a nuestro favor. Satisface la justicia de Dios. Crea un nuevo hombre en justicia y santidad de la verdad. Nos regenera. Eleva nuestra dignidad. Nos hace hijos de Dios.

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