6 – LA CAÍDA

La caídaLa iniquidad conspira

 Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti (Ezequiel 28:15)

Hemos meditado sobre el origen de la iniquidad en el seno de Lucifer, y su desarrollo en la tercera parte de los ángeles que no guardaron su señorío original. Veamos ahora su definición y cómo está ligada a la conspiración. La iniquidad es injusticia en el modo de obrar. Es haber recibido una posición tan elevada para dirigir la alabanza al Rey del Universo y no mantenerse en ella, si no llenarse de orgullo para pretender ocupar su trono.

Este proceso lo vemos repetido en la vida de Absalón, el hijo predilecto del rey David. Su hermosura fue aclamada por muchos. La adulación de su persona terminó produciendo en él un complejo de superioridad que lo llevó a su propia destrucción. Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto. No contento con ser el hijo favorito del rey, quiso ser el rey. Trazó una estrategia de conspiración al trono.

En el caso de la rebelión de Lucifer no sabemos cuánto tiempo estuvo diseñando su conspiración. La de Absalón fue así: Absalón se hizo de un carro y caballos, y de  cincuenta hombres que corrieran delante de él. Se levantaba temprano. Tenía una meta clara y estaba dispuesto a llevarla a cabo con diligencia. Absalón le decía: Mira, tu causa es buena y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey. Decía además Absalón: ¡Quién me nombrara juez en la tierra! Todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justicia. ¡Qué astucia para suplantar a otro presentándose como mejor que él! Así ganaba el oído de sus oyentes con apariencia de piedad y justicia. Y sucedía que cuando alguno se acercaba y se postraba ante él, él extendía su mano, lo levantaba y lo besaba.

Su corazón estaba lleno de orgullo y conspiración pero sus hechos pretendían esconderlo con un falso interés por los demás; la verdad es que solo pensaba en sí  mismo. De esta manera Absalón trataba a todo israelita que venía al rey para juicio; así Absalón robó el corazón de los hombres de Israel. Ahora vemos con claridad el carácter de la serpiente antigua, aquel que realizó la primera conspiración antes que el mundo fuese. Absalón Robó el corazón de los hombres. El hijo del rey David hizo un trabajo diligente y paciente durante cuatro años (2 Sam.15:7). Con una puesta en escena digna de los mejores guiones publicitarios, y todo ello para robar el corazón de Israel, usurpar el trono y ocupar el lugar de su padre.

         La primera conspiración luciferina sentó las bases de todas las que le siguieron después, comenzando con la realizada en el huerto de Edén.

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