160 – El reino mesiánico

El reino mesiánicoLos profetas de Israel (XLVII) – Isaías (33)

Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que YHVH te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria (Isaías 60:18,19)

         No puede haber duda. El profeta está anunciando el día del Señor, su venida en gloria para reinar; un tiempo nuevo, único, esperado y anhelado por los suyos; la esperanza de Israel que es también el día de su venida que anhelan los redimidos, la congregación de los llamados fuera, que han salido de Babilonia y han entrado en Jerusalén, injertados en el buen olivo y hechos participantes de su rica savia, coherederos de la misma promesa, y conciudadanos de los santos, miembros de la familia de Dios, cuando habrá un solo rebaño y un solo Pastor (Jn.10:16).

Todo el mensaje del capítulo que estamos viendo anuncia ese día. Focalizado sobre la ciudad de Jerusalén, la ciudad del gran Rey. Donde se establecerá su trono como heredero de la casa de David, según la carne, y que ha sido declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos (Ro.1:3,4). Aquel que no vio corrupción (Hch.2:31; 13:37).

Ese día no se oirá más en la tierra de Israel violencia, destrucción, ni quebrantamiento; como ya anunció el mismo profeta: volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra (2:4) (Miq.4:1-3). Muy distinto de lo que vive hoy la ciudad de Jerusalén, acosada por las naciones, especialmente las musulmanas, para tratar de echarlos al mar.

La fuerza de Israel está en la voz de sus profetas, que es la palabra eterna del Dios Eterno. Ese día habrá salvación, tal como lo recoge el apóstol de los gentiles en su carta a los Romanos (11:26); que a su vez se hace eco de las palabras de Isaías (59:20,21). Y habrá alabanza. Como está escrito: En aquel día yo levantaré el Tabernáculo caído de David (Amós 9:11).

La luz del Señor alumbrará perpetuamente, de tal forma que la ciudad no tendrá necesidad de luz del sol; como dice Apocalipsis 21:23 y 22:5. Un día que comienza con el reino mesiánico en Jerusalén, y culmina con el reino eterno en la Jerusalén celestial. El Señor será luz perpetua y su gloria iluminará la ciudad para siempre; y reinará por los siglos de los siglos. Entiendo que aquí se fusionan las dos realidades de Jerusalén, ―la física y la celestial―, en una simbiosis a menudo difícil de explicar.

         Salvación y Alabanza esperan a Jerusalén; luz y gloria de Dios también.

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Un comentario sobre “160 – El reino mesiánico

  1. Amén Amén Amén Aleluya. Dios mismo vendrá, y todos sus hijos Reinarán con El.
    Su amada Israel ……

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