TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (4)
La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es la deshonra de cualquier pueblo (Proverbios 14:34 NTV)
En las Escrituras encontramos muchas veces los contrastes que toda sociedad pone de manifiesto. Hay una tensión continua para establecer formas de gobierno que defienden la libertad y la justicia frente a la tiranía y la opresión, los ejemplos llenan las páginas de los libros de historia. Mayoritariamente predominan los gobiernos que halagando a su electorado hasta conseguir asentarse en el poder luego establecen patrones que pretenden consolidar su dominio permanente. Por ello se nos insta una y otra vez a los hijos de Dios a ser luz, brillar, ser sal, salar, y orar por aquellos que ocupan puestos de relevancia para que podamos vivir quieta y reposadamente, con toda piedad y honestidad. Esa es la voluntad de Dios. Hoy la política tiene un papel relevante en muchos ámbitos eclesiásticos, los creyentes participan en los debates políticos en las redes sociales, en muchas ocasiones para empeorar las cosas con palabrería y discusiones interminables que solo añaden confusión al panorama general. Sin embargo, la iglesia del Señor debe ser voz en medio de la maldad. Debe alzar la voz para anunciar la justicia del reino de Dios. En esto los profetas de Israel son un modelo evidente para alzarse contra las injusticias sociales. Como está escrito: Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de YHVH, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado (Miqueas 3:8). En muchas ocasiones la voz del profeta tenía como destinatario a los gobernantes que dirigían los destinos de la nación, porque de un gobierno justo bajo el temor de Dios había bendición y provecho, mientras que el pecado institucionalizado afrentaba al pueblo y lo llevaba al desastre. El libro de Proverbios nos da muchos ejemplos de este principio. Leamos. Cuando hay corrupción moral en una nación, su gobierno se desmorona fácilmente. En cambio, con líderes sabios y entendidos viene la estabilidad (28:2 NTV). Cuando los justos triunfan, todo el mundo se alegra. Cuando los perversos toman el control, todos se esconden (28:12 NTV). Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime (29:2 NTV). Cuando los perversos están en autoridad, el pecado abunda, pero los justos vivirán para verlos caer (29:16 NTV). Parece hablar de nuestros gobernantes actuales. La pasividad en nuestra misión profética no denunciando el pecado de los gobernantes solo permitirá el avance del mal y su dominio sobre las naciones. Hemos sido llamados a levantarnos y resplandecer con luz.
Aunque seamos extranjeros y peregrinos en la tierra no debemos renunciar a nuestra misión denunciando el pecado que destruye a los pueblos.