Evangelio de MATEO
HISTORIA DEL LIBRO
El libro de Mateo es uno de los tres evangelios denominados sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), que narran la vida de Jesús y sus hechos. Se dirige principalmente al pueblo judío, de ahí que se repita una y otra vez: Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta…, haciendo referencia a las Escrituras del Antiguo Testamento. Jesús aparece como el Mesías Salvador por medio del cual Dios cumplió las promesas hechas a su pueblo.
El autor: Aunque no se menciona en el libro, sin embargo, desde los primeros padres de la iglesia y en adelante ha sido aceptado como obra del apóstol Mateo (o Leví). Se menciona en las cuatro listas de los doce. La otra ocasión en la que se habla de él es en relación a su llamamiento. (Mt.9:9-13) (Mr.2:14-17) (Lc.5:27-32).
ENSEÑANZAS Y TEMAS DEL LIBRO
Lo primero que resalta en este evangelio es el reino de Dios. Se repite una y otra vez; hay hasta 54 referencias al reino. Jesús aparece como el rey que ha llegado para establecer su reino. De acuerdo con este hecho haremos el siguiente bosquejo.
- La genealogía del rey (Mateo 1:1-17)
La genealogía de Mateo hace énfasis en los ascendientes de Jesús: David y Abraham (Mt.1:1). Jesucristo hijo de David, hijo de Abraham. Esta afirmación vincula a Cristo con dos de los grandes pactos que Dios hizo en la antigüedad, primeramente con Abraham y después con David. El pacto con el hijo de Isaí consistía en la promesa de un Rey que se sentaría en el trono de su reino para siempre (2 Samuel 7:8-13). El realizado con Abraham promete la bendición de Dios sobre todas las familias y naciones de la tierra mediante su simiente: el Mesías de Israel (Gn.12:3) con (Gá.3:8,16).
- La llegada del rey (Mateo 1:1-2:23)
Los profetas habían hablado de su venida (Is.7:14) (Is.9:6) (Miq.5:2). Los magos preguntaron por el rey de los judíos, que ha nacido (Mt.2:2).
- Proclamación del Reino
También los profetas del A.T. predijeron que habría una voz que proclamaría la llegada del rey y el reino de Dios en alusión a Juan el Bautista (Is.40:3) (Mal.3:1) con (Mt.3:1-3). Una vez anunciada la venida del Mesías-rey, Jesús abandonó su vida privada y personal para iniciar su ministerio público manifestándose a Israel, comenzando con el bautismo y el recibimiento del Espíritu Santo; luego vino la tentación y la victoria por la palabra escrita (Mt.3:14-4:25).
- Las leyes del Reino (Mateo 5, 6 y 7)
Todos los reinos han de tener sus leyes y normas para que por ellas se rijan en él. El reino de los cielos no es ninguna excepción. En los capítulos 5,6 y 7 del evangelio de Mateo Jesús expone las leyes del reino, mejor conocidas como el Sermón del Monte. El Maestro no vino a abrogar la ley dada a Moisés, sino a cumplirla, por ello se repite hasta en catorce ocasiones: Pero yo os digo (5:22).
Cuando terminó de dar las instrucciones del reino, la gente se admiraba de su doctrina, porque les enseñaba como quién tiene autoridad, y no como los escribas (Mt.7:28,29). No cabe duda que si el mundo hiciera suyos los principios del Sermón del Monte la vida sería muy distinta. Si logramos que estos principios influyan en nuestras vidas todas nuestras relaciones personales se verán afectadas, nuestras heridas sociales sanarán, las disputas entre naciones se resolverían, y aún los problemas en el ámbito mundial encontrarían solución. Notemos una de las reglas esenciales del reino de Dios: Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas (Mt.7:12).
- El poder del Rey (Mateo 8 y 9)
En estos capítulos se mencionan varios de los hechos milagrosos de Jesús.
- Sana a un leproso (8:1-4).
- Sana al siervo del centurión (8:5-13).
- Sana a la suegra de Pedro (8:14-17).
- Calma la tempestad (8:23-27).
- Libera a los endemoniados (8:28-34).
- Sana a un paralítico (9:1-8).
- Transforma la vida de un hombre (9:9-13).
- Sana a la mujer con flujo de sangre (9:18-26).
- Resucita a la hija de Jairo (9:18-26)
- Sana a dos ciegos (9:27-31).
- Libera a un mudo endemoniado (9:32-34).
- Los hijos del reino (Mateo 10:1-11:1).
Todo reino tiene sus propios súbditos. Jesús buscó a hombres que le siguieran para prepararlos y enviarlos para continuar la obra de extender el reino de Dios. En el capítulo diez y hasta el principio del once el Señor escoge a sus discípulos dándoles las instrucciones concretas para su misión.
- El Rey explica lo que es el reino de los Cielos. (Mateo 13:1-52).
La expresión reino de los cielos se encuentra unas 35 veces en Mateo y no aparece en ninguno de los otros tres evangelios. Mediante parábolas, el Maestro da a conocer los misterios del reino y a que es semejante. En el capítulo 13 vemos distintas parábolas para explicar el reino de los cielos.
- Con el sembrador que sale a sembrar.
- Con la mezcla del trigo y la cizaña.
- Con una semilla de mostaza.
- Con la levadura en la masa.
- Con un tesoro escondido.
- Con la perla de gran precio.
- Con la red barredera.
- El rechazo del Rey.
A pesar de las pruebas mostradas por Jesús mediante el cumplimiento de las profecías y la manifestación de su poder, muchos le rechazaron, entre ellos los gobernantes y autoridades religiosas de su tiempo. Israel como nación no reconoció a su Mesías, aunque los primeros seguidores de Jesús fueron todos judíos. El Señor sabía desde el principio que le era necesario ser entregado como cordero al matadero; lo anunció a sus discípulos aunque ellos no lo entendieron así y quisieron impedirlo (caso de Pedro). No podían comprender que él resucitaría de los muertos y las glorias que vendrían después. (1 P.1:10-12). Leamos los siguientes versículos donde Jesús anunció su muerte y resurrección (Mt.16:21-28) (Mt.17:22,23) (Mt.20:17-19) (Hechos 13:27).
- El futuro del Reino.
Después de entrar en Jerusalén y ser aclamado por las multitudes como rey, aunque su reino no era semejante a los reinos del mundo, Jesús iba a marchar lejos para luego regresar y establecer su reino mesiánico. Previno a sus discípulos para que estuvieran preparados para ese día; lo hizo mediante la parábola del siervo fiel (Mt.24:44-51); las diez vírgenes (Mt.25:1-13); y la parábola de los talentos (Mt.25:14-30).
- Muerte y resurrección del rey.
Así llegamos al momento culminante de la vida del rey: su muerte y resurrección. Los judíos, especialmente las autoridades, no le reconocieron como Mesías-rey, y por ello le entregaron a la muerte en medio de un espectáculo hacia su pretendido reinado.
- Le vistieron de escarlata (27:28).
- Le pusieron una corona de espinas (27:29).
- Le pusieron un cetro (27:29).
- Le pusieron un título sobre la cruz (27:37).
Pero al tercer día resucitó. La muerte no podía retenerle (Hch.2:24) demostrando así su poder sobrenatural (Hch.2:30-36). Después se apareció durante cuarenta días a sus discípulos para darles la misión de llevar las buenas nuevas de salvación a todo el mundo, extendiendo su reino a todas las naciones. Los discípulos salieron desde Jerusalén llenos del Espíritu Santo y la autoridad delegada del Maestro proclamando el reino a todas las naciones.
En la breve síntesis que hemos hecho del evangelio de Mateo podemos ver un resumen bosquejado de su contenido aunque hay muchas otras enseñanzas en él de las que podemos resaltar las siguientes.
- La confesión de Pedro y sus interpretaciones (Mateo 16:13-20).
En primer lugar, la pregunta que hace Jesús y su respuesta fue trascendental para Pedro y lo es también para nosotros mismos hoy en día. Al apóstol le fue revelada por Dios la identidad de Jesús: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. La misma revelación es para nosotros hoy cuando damos un paso de fe a favor de Jesús. Pedro ya lo había dado. (Gá.1:15,16) (Ro.16:25,26) (Col.1:24-27) (1 Co.2:6-16). Ahora bien, fijémonos en lo que Pedro dijo:
- Tú eres el Cristo (El Mesías) – (1Jn.5:1).
- Tú eres el Hijo de Dios – (1Jn.4:15).
La Biblia muestra que es por la confesión que hacemos de quien es Jesús que somos de Dios. (Ro.10:9,10) (1 Co.12:3). «Sobre esta roca». Se trata de la confesión por revelación de quién es Jesús. Es sobre esa confesión revelada sobre la cual el Señor edifica su iglesia: «Bienaventurado eres Simón… porque no te reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos».
La Escritura revela con claridad que la intención de Jesús en este pasaje no era establecer el papado tal como se ha entendido a través de los siglos, ni que Pedro lo concibiera así, puesto que él mismo dice en su primera carta capítulo 2 y versículo 4 al 8: Acercándoos a Él (Jesús), piedra viva. Por otro lado, en el libro de los Hechos vemos que había tres apóstoles que eran columnas de la iglesia: Pedro, Jacobo y Juan. No había un liderazgo en singular (Gá.2:9). El apóstol Pablo dice en 1 Co.3:11 ss. que no hay otro fundamento que Jesús. Y en (Ef.2:20), dice: … La principal piedra del ángulo, Jesucristo mismo.
Pedro tuvo que dar explicaciones en el concilio de Jerusalén de lo que había acontecido en casa de Cornelio. Si hubiera gozado de autoridad «papal» se hace impensable pasar por semejante «juicio». Por otro lado, el apóstol Pablo tuvo que reprenderlo públicamente porque se comportó de forma hipócrita cuando después de haber comido con los gentiles en Antioquia se apartaba de ellos al venir algunos judíos de Jerusalén, arrastrando en esa actitud al mismo Bernabé. Pablo no dudó en resistirle cara a cara delante de todos por ese comportamiento, lo cual muestra que Pedro no ostentaba la tiara papal (Gá.2:11-16). El papado, tal como lo conocemos hoy, se impuso progresivamente en un proceso muy posterior a la época apostólica.
En cuanto a «las llaves del reino» que menciona el texto que estamos comentando, podemos entender que Pedro tuvo un ministerio importante y que fue escogido para abrir las puertas del reino de Dios a los judíos, con su predicación en el día de Pentecostés, y también abrió el reino de los cielos a los gentiles en casa de Cornelio; aunque la misión de llevar el evangelio a las naciones le fue encomendada a Pablo principalmente, pero fue Pedro quién predicó por primera vez en ambas ocasiones.
En lo que se refiere a atar y desatar, es un mandato no sólo para Pedro, sino también para todos los discípulos, como lo vemos un poco más adelante (Mt.18:18); y siempre tiene que ver con una autoridad espiritual para actuar en el mundo espiritual.
- Reprensión de Jesús a escribas y fariseos (Mt.23:1-36)
Algo que llama la atención en este evangelio es la dureza con la que el Señor trató a los escribas y fariseos de su tiempo. Hay dos aspectos que podemos destacar que desagradan especialmente al Maestro. Una es, decir y no hacer (Mt. 23:3); la otra, anular la Palabra de Dios con la tradición de los hombres. Lo encontramos más ampliamente explicado en Marcos 7:1-23.
PREGUNTAS Y REPASO DEL EVANGELIO DE MATEO
1.- ¿Para quién escribió Mateo su evangelio en primer lugar?
2.- Hay 19 profecías del Antiguo Testamento que aparecen en Mateo con relación a Jesús; anota dos de ellas.
3.- ¿Con que título aparece Jesús de manera predominante en este evangelio?
4.- Anota todo lo que sepas del autor del libro.
5.- ¿Qué dos ascendientes de Jesús representan dos pactos que se cumplen en él? Mt.1:1. Explícalos.
6.- En los capítulos 5, 6 y 7 aparecen las reglas y normas del funcionamiento del reino de Dios. Anota cinco de ellas que te llamen la atención.
7.- Jesús explica en las parábolas (cap.13) a qué se asemeja el reino de Dios. Escoge una de ellas y explícala con tus propias palabras.
8.- Explica la importancia que tuvo la confesión de Pedro en Mt.16:13-20 y su repercusión para nosotros hoy.
9.- Anota los diez puntos que resumen este evangelio con los versículos o capítulos correspondientes de cada uno de ellos.