29 – Orando con el salmista

Orando con el salmista - PortadaEl Señor sostiene a los justos. El Señor conoce los días de los íntegros, y su herencia será perpetua. No serán avergonzados en el tiempo malo, y en días de hambre se saciarán (Salmos 37:17b, 18,19).

Los íntegros y justos no evitan el tiempo malo, ni los días de crisis económicas. Sin embargo, pueden pasar por esos tiempos sostenidos por el Señor, sin ser avergonzados, y siendo saciados, sin que les falte nada de lo necesario, porque su herencia es perpetua, y el Señor los sostiene. Esa es la fe del salmista aquí. Cuando pasamos por el fuego y por el agua el Señor estará con nosotros (Isaías 43:2,3), siendo nuestro Sustentador y Salvador. Job fue un hombre justo, íntegro y apartado del mal que pasó por el fuego de la prueba y el Señor le sostuvo. Noemí sufrió días de hambre en Judá y tuvo que exiliarse con los suyos al extranjero. Sufrió también la pérdida de su familia y regresó a su pueblo pensando que el Todopoderoso la había afligido y llenado de amargura (Rut 1:20-22). Pero el Señor la sostuvo, y su herencia, a través de su nuera Rut, la moabita, fue perpetua: dio a luz un hijo que sería predecesor del rey David y ascendiente del Mesías.

Padre, gracias por sostenernos en los días malos. Has dado a Israel una herencia perpetua, y nos has incluido en ella mediante el Mesías. Amén.

Download PDF

Deja un comentario