4 – LA CAÍDA

La caídaLa iniquidad en su origen

Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti (Ezequiel 28:15).

Aunque no sepamos expresamente cómo se creó la iniquidad, o cómo se originó la maldad, sí sabemos dónde prendió en primer lugar. Fue en la naturaleza de Lucifer. En el texto de Ezequiel 28 se habla del príncipe de Tiro como naturaleza del mal. El texto sobrepasa el ámbito humano del personaje para adentrarse en una personalidad anterior que es llamado querubín protector (28:14). En este ser brotó la iniquidad. Es el punto más lejano que tenemos en la Escritura del pecado. Es anterior a Adán. Se genera fuera del ámbito de la creación del hombre.

Hagamos un recorrido por el texto de Ezequiel viendo la personalidad de este querubín, llamado Lucero por Isaías, o Lucifer; cuál es su desarrollo y a través del cual brotó la iniquidad. Lo primero que vemos es que se superponen dos personalidades. Por un lado se habla del príncipe de Tiro, del que se dan algunos datos precisos de su naturaleza y función, pero que pronto se confunde con otra personalidad, la de un ser angelical que le precede, un querubín con existencia anterior a la del propio rey de Tiro. Dos personalidades y un solo carácter. Esta verdad se encuentra en diversos lugares de la Escritura.

Vemos a Satanás operando detrás de la serpiente. Encontramos a Jezabel, que trasciende el ámbito natural de su influencia para alcanzar una trayectoria que la supera y se diversifica en muchas otras personas con su mismo carácter. Incluso vemos al apóstol Pedro, que en un momento de su vida se dejó influir por la forma de pensar de una entidad espiritual que Jesús llama Satanás (Mt.16:23). Lo vemos en la vida de David cuando Satanás se levantó contra Israel y le incitó a hacer un censo de Israel que trajo el juicio de Dios (1 Crónicas 21:1).

Es la influencia del mundo espiritual operando sobre el mundo material. Se trata de una personalidad espiritual actuando a través de personas físicas en el ámbito natural. El profeta Ezequiel ve la personalidad de Satanás detrás de la vida del príncipe de Tiro. Aunque existan elementos de convergencia, también hay factores esenciales que los diferencian. Lo vemos en muchos de los salmos mesiánicos, donde el salmista tiene experiencias en su vida que le trascienden y apuntan hacia la vida del Mesías.

Todo esto para entender que cuando el profeta Ezequiel comienza hablando de una autoridad humana en la persona del príncipe de Tiro, el Espíritu de Dios que inspira al profeta penetra más allá del velo de carne y encuentra una dimensión que le trasciende.

         La iniquidad se abre camino desde la primera rebelión a través de personas que asimilan su carácter y le dan proyección en el ámbito natural.

Download PDF

Deja un comentario