129 – El reino mesiánico

El reino mesiánicoLos profetas de Israel (XVI) – Isaías (2)

Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén. Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de YHVH como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de YHVH, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de YHVH. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra  (Isaías 2:1-4)

         El primer capítulo del libro de Isaías es una denuncia demoledora de los juicios de Dios sobre Judá por sus pecados. El lenguaje es de alto voltaje. Israel no entiende (3). Generación de malignos, hijos depravados (4). La multitud de sus sacrificios no sirven para expiar el pecado porque el corazón del pueblo está lejos de la voluntad de Dios. Sus fiestas solemnes las aborrece el Señor (13,14). El profeta hace un llamado desgarrador para que el pueblo aprenda a hacer el bien, busque el juicio, restituya el agravio, haga justicia al huérfano y ampare a la viuda (16). Luego vengan al Señor y estemos a cuenta. Sus pecados como grana serán emblanquecidos como la nieve (18).

En el pasado, la ciudad de Jerusalén estuvo llena de justicia y habitó en ella la equidad, pero ahora predomina el pecado y la injusticia comenzando por los príncipes (21-23). Por tanto, el juicio de Dios está llamando a sus puertas. Pero antes de acabar el capítulo se anuncia un tiempo de restauración para los jueces y consejeros, por lo cual Jerusalén será llamada Ciudad de justicia y Ciudad fiel. Sion será rescatada con juicio (1:26,27).

Todo ello como preámbulo al capítulo dos en el que nos encontramos con el reinado universal del Mesías en la ciudad de Sion. Un mensaje anunciado para los últimos tiempos. El monte de la casa del Señor será afirmado como cabeza de montes, es decir, de naciones. Vendrán muchos pueblos y subirán al monte de YHVH porque allí se enseñará sus caminos; brota la revelación de Dios y su palabra para beneficio de los pueblos. Se juzgará a las naciones, y una vez establecida la justicia se consolidará un tiempo de paz universal como nunca antes. Lo mismo anunció el profeta Miqueas. Ese tiempo, nos dice Apocalipsis, será de mil años, en el que las naciones no se adiestrarán mas para la guerra. Ha llegado el reino mesiánico de paz.

         El juicio anunciado en el primer capítulo de Isaías sobre Judá da lugar a la justicia que será establecida desde Sion para todos los pueblos y naciones.

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