Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos (1 Corintios 12:4-6).
Diversidad dentro de la unidad, esta podría ser la síntesis de este texto. Hay diversidad de dones, diversidad de ministerios (servicios) y diversidad de operaciones. La unidad está en la fuente de donde emanan todos ellos: el Espíritu, el Señor y Dios. Es decir, aquí tenemos uno de esos pasajes donde encontramos la manifestación de la unidad del Dios Tri-uno, manifestando la complementación diversa de su naturaleza expresada de distinta forma en los que son suyos. Vemos al Dios Trino involucrado en la obra que se lleva a cabo en la tierra a través de los miembros del cuerpo de Cristo. Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
A veces la iglesia del Señor expresa una estrechez insoportable y contraria a la verdad en su manifestación de cuerpo que parecería que en lugar de diversidad lo que hay es un solo don, el de la persona que dirige o predica. Toda la enseñanza de Pablo en este sentido muestra la verdad de un cuerpo con muchos miembros, ninguno mayor que el otro, aunque reconociendo la distinción de manifestaciones de cada uno.
Sin embargo, aunque hay diversidad de dones la fuente de donde brotan todos ellos es la misma: el Espíritu Santo. Por otro lado tenemos diversidad de ministerios, dones ministeriales en forma de personas llamadas a funciones distintas dentro de la multiforme gracia de Dios para servir al cuerpo de Cristo en su amplitud. Esos dones los encontramos especificados en Efesios 4:11-12. «Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo».
Debemos recordar que la función de los ministerios es servir, no enseñorearse. Es edificar a los santos no aprovecharse de ellos y esquilmarlos. Y por último se habla de operaciones diversas que Dios hace entre los suyos. Son las acciones de su gracia en la vida de cada uno de nosotros para que podamos servirle y edificarnos los unos a los otros en amor. Todo procede de Dios y tiene como fin su gloria. Hemos sido llamados para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
Reconocer la diversidad del cuerpo de Cristo nos ahorra muchos atrasos en el avance del plan de Dios.