NACIDOS PARA VENCER: La pereza

La indiferencia conduce a la pasividad y ésta desemboca en la pereza.

Pereza¿Qué es la pereza?  

Es el descuido en hacer las cosas que estamos obligados a realizar. Negligencia. Tardo, lento o pesado en el movimiento o en la acción. La pereza es uno de los grandes enemigos del hombre y su desarrollo. Hay diferentes clases de pereza.  Normalmente pensamos que la pereza sólo tiene que ver con la persona que duerme mucho pero hay otras manifestaciones de pereza.

Pereza mental: El que no quiere pensar.

Pereza sentimental: No expresa sus sentimientos naturales, enmudece.

Pereza física: El que no quiere trabajar y el esfuerzo físico le abruma.

Pereza espiritual: El que no dedica tiempo a la oración, la meditación y el estudio de la palabra de Dios, no se congrega, etc. La pereza es una especie de pulpo con muchos brazos que atenaza las diferentes áreas de nuestra vida.

¿Qué produce la pereza?  Este enemigo es un gran productor de males, algunos de ellos muy nocivos. Veamos algunos ejemplos en el libro de Proverbios donde la pereza es un tema predominante.

  1. Sopor y sueño. La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre (Pr.19:15).
  2. Cansancio y fatiga. Mete el perezoso su mano en el plato; se cansa de llevarla a su boca  (Pr.26:15).  Pasé junto al campo del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento, y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida.  Miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé consejo. Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; así vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre armado (Pr.24:30-34).
  3. Argumentos falsos. El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará (Pr.20:4). Dice el perezoso: El león está fuera; seré muerto en la calle (Pr.22:13). En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar (Pr.26:16).
  4. Frustración. El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada (Pr.13:4).
  5. Pobreza y necesidad.Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado (Pr.6:6-11).
  6. Muerte. El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar (Pr.21:25).

Derrotando la pereza

vencedorEste adversario es un gran generador de mentiras. El perezoso dice: «estoy cansado», «no puedo hacerlo», «no tengo tiempo», «no es el momento», «para qué intentarlo si va a salir mal», «no tengo recursos ni capacidades», etc.

Para vencer la pereza tenemos que responder con toda sinceridad y revelación la gran pregunta ¿esos argumentos son verdaderos o falsos? Para encontrar la respuesta correcta necesitamos conocer la palabra de verdad, que nos lleva a la libertad (Jn.8:31-32). Ejemplo: Si he dormido 7-8 horas y sigo cansado y con ganas de dormir más la pereza me está robando un tiempo que nunca más volveré a tener. La reacción debe llevarnos a las preguntas siguientes: ¿Quiero abandonar la pereza? ¿Soy consciente de sus efectos negativos? ¿Estoy dispuesto a combatirla? La batalla se centrará en tres frentes fundamentales.

Primero. Derribar argumentos.  Mientras creemos una mentira («no tengo tiempo») todo nuestro ser actuará según esa mentira. Cuando destruimos el engaño y lo reemplazamos con la verdad («todas las cosas tienen su tiempo debajo del sol»);  entonces el proceso a la victoria está en marcha.

Está escrito: Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta  (2Cor. 10:3-6).

Segundo. Renovación de la mente. La renovación nos da los pensamientos de Dios, y éstos, traen a nuestra vida su voluntad, su propósito y su plan pensado de antemano (Ef.2:10). Con este conocimiento la motivación se activa y todo nuestro será estimulado a la acción.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos, 12:2).

Tercero. Aplicar disciplina personal. Ésta nos ayuda a mantener el impulso inicial en una constante diaria. Ejemplo: Si necesitamos 7-8 horas para descansar y tenemos que levantarnos a las siete de la mañana, no debemos acostarnos más tarde de las doce de la noche. La aplicación de la disciplina está más en decidir cuándo debemos ir a dormir que en levantarse por la mañana. Ganamos o perdemos la batalla por la noche no en la madrugada.

Pablo vivía esta disciplina personal de forma evidente cuando dijo: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado  (1Corintios,9:24-27).

La oración de Moisés es indispensable para vencer la pereza: Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría  (Salmos 90:12).

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