Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque habrá hombres… corruptos de entendimiento (mente depravada) (2 Timoteo 3:1, 2, 8).
La batalla está en la mente. Dice el proverbio que: … Cuál es su pensamiento en su corazón, tal es. O como se traduce en la Biblia de las Américas: pues como piensa dentro de sí, así es (Pr.23:7).
¿Y cómo se forma la mente en su modo de pensar? Mediante la verdad. ¿Y cuál es la verdad? Jesús, el Hijo de Dios. No me gusta. No lo acepto. Es absoluto. Es restrictivo. No da opción a otras religiones. Impide la concordia y la paz universal. Nadie puede estar totalmente seguro, es muy soberbio afirmarlo. La mente humana y todos sus argumentos humanos se levantan contra el conocimiento de Dios (2 Co.10:4).
La fe viene por el oír con un corazón arrepentido y necesitado. La incredulidad y la apostasía también vienen por oír doctrinas de demonios.
Ahora, pensemos. Los pensamientos humanos pueden estar producidos por doctrinas de demonios y espíritus engañadores, por el contrario, la verdad revelada está sujeta a un corazón contrito y humillado a quién el Espíritu de Dios revela lo profundo de Dios.
La sabiduría del mundo pierde a Dios, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
Dios esconde la verdad en aquellos de entendimiento corrupto, mente depravada. Sin embargo, la revela a los niños, los menospreciados, los que nada son, para que nadie se jacte en su presencia. Complejo. Humillante para el hombre sabio en su propia opinión.
Pablo dice: Y si todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado, en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios (2 Co.4:3,4 LBLA).
Una mente corrompida inventa toda clase de males. Inventores de males (Ro.1:30). ¡Ay de los que planean la iniquidad, los que traman el mal en sus camas! Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder de sus manos. Codician campos y se apoderan de ellos, casas, y las toman. Roban al dueño y a su casa, al hombre y a su heredad (Miqueas 2:1,2).
Jesús dice en el evangelio: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo (Jn.7:16,17).
Por tanto, la revelación de la verdad está ligada al estado del corazón del hombre, por una parte; y por otra, al sometimiento de nuestra voluntad a la de Dios. Escogemos. Y al hacerlo, se pone de manifiesto de que espíritu somos: amantes de la verdad o corruptos de entendimiento. Escoge a Jesús y andarás en la luz de la verdad. Amén.