Tal como suena. La estupidez izquierdista –habría que decir seguramente maldad− no tiene límites tampoco en Israel.
Con esto no quiero decir que la derecha sea sabía, valiente y ejemplar, pero como dijo el apóstol de los gentiles debemos conocer los tiempos que vivimos, y en nuestro tiempo se ha instalado una especie de superioridad moral de la izquierda –una mentira más grande que los Gulags de la extinta Unión Soviética− que pretende repartir carnets de progresista y modernidad a todo «bicho viviente».
Esta corriente de pensamiento ideológico funciona exactamente igual que una secta. Da igual los argumentos que presentes, la secta tiene sus dogmas de fe y estos son inamovibles. Tiene una serie de eslóganes y clichés repetitivos que son más rancios que la propia ideología. Esos sambenitos los cuelgan encima de cualquiera que pretenda salirse de la doctrina comúnmente aceptada por los intelectuales de la «iglesia progre» y los medios de comunicación que la amplifican.
Esta doctrina sectaria no tiene fronteras. Supera las barreras de otras causas mejores y más dignas para instalar su credo excomulgando a todo aquel que se sale del patrón establecido. Es totalitaria aunque nos la venden como libertaria. Me llama la atención que es vaso comunicante con otro de los totalitarismos predominantes en esta generación: el islamismo yihadista.
Y digo que esta estupidez izquierdista no tiene límites tampoco en Israel porque llevo tiempo leyendo los informes que envía el periodista David Mandel sobre este particular y constato que la extrema izquierda en la misma en todo lugar, también en Israel. Para muestra un botón.
El periódico Haaretz y sus columnistas
Mi Enfoque #588, 5 de febrero, 2016 por David Mandel
El periódico Haaretz es un caso paradójico. Es el periódico nacional de más pequeña circulación en Israel. Lo leen menos del 5% de la población israelí, comparada con el 41% que lee Israel Hayom y el 35% de Yediot Ajronot. Pero, es considerado, principalmente en el extranjero, como el periódico israelí de mayor influencia.
Esa inflada reputación se debe a que Haaretz es un periódico cuya línea editorial, y la mayoría de sus columnas son de extrema izquierda, con posiciones tan pro-palestinas que han dado motivo a que Haaretz sea llamado en Israel «el periódico palestino en lengua hebrea». Haaretz provee de munición y argumentos a quienes culpan a Israel de los problemas del mundo en general y de los palestinos en especial.
Sus columnistas incluyen a Gideon Levi quien, durante la guerra con Gaza en el verano del 2014, acusó de «asesinos» a los pilotos israelíes que bombardeaban los lugares desde los cuales los palestinos disparaban cohetes a pueblos y ciudades israelíes.
Otra columnista de Haaretz es Amira Hass, mujer israelí que se identifica tan plenamente con los palestinos que se mudó a vivir en la ciudad palestina de Ramallah. Hace algunos días escribió un artículo acerca de las adolescentes palestinas que han acuchillado o intentan acuchillar a judíos, comparándolas románticamente con Ana Karenina, la heroína del libro de Tolstoi.
Un columnista de Haaretz, cuyos excesos, me temo, no se deben a su ideología de extrema izquierda sino a una probable enfermedad mental, es un individuo llamado Rogel Alpher. Entre las perlas que ha escrito, y que el editor de Haaretz no ha tenido inconveniente en publicar, están las siguientes:
- Un artículo burlando e insultando a Elie Wiesel, sobreviviente del Holocausto, Premio Nobel, a quien criticó por apoyar a Netanyahu en su oposición al acuerdo americano con Irán, negándole el derecho a expresarse «por no vivir en Israel». Si usáramos ese mismo criterio no podríamos criticar, mucho menos condenar, a ISIS por cortar la cabeza en Siria a sus opositores, ya que el hecho de no vivir en Siria nos quitaría el derecho de opinar sobre lo que ocurre allí.
- Un artículo donde se dirige a los judíos franceses aconsejándoles que no inmigren a Israel. «No hay nada en Israel para ustedes». «Inmigrar a Israel es escapar del fascismo musulmán para caer en el fascismo judío». «Emigrar de Francia a Israel es como emigrar a la Alemania nazi de la década de los 30».
Hasta aquí la reseña de David Mandel.
La estupidez, estulticia, idiotez, insensatez o necedad se cura con sabiduría y cordura. El sabio Salomón dejó escrito en su libro de Proverbios algunos consejos que actúan como antídoto para este mal que aqueja a tantos paisanos en nuestro país:
El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción [1]. Todo hombre prudente procede con sabiduría; mas el necio manifestará necedad [2].
[1] – Proverbios 1:7
[2] – Proverbios 13:16
Es tan clara la bendita palabra de Dios en cuanto a lo que esta aconteciendo con su pueblo, tenemos que estar atentos al consejo de Dios, en estos ultimos dias.
Proverbios 4:13 / 10:7-9
Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.
La memoria del justo será bendita; Más el nombre de los impíos se pudrirá. El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Más el necio de labios caerá. El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.
Amén.