¿Sabías que el islam golpea cuando se siente fuerte?

islamLa gran mentira instalada en Occidente de un islam pacífico choca con la realidad cotidiana a diario. Ayer mismo tuvimos la enésima prueba en Niza (Francia), donde un perturbado impulsado por un manual de terrorismo islámico que se puede descargar fácilmente en Internet, donde se habla de usar un camión como segadora de vidas humanas, sembró el pánico, matando a 84 personas y dejando heridas a muchas más.

Las primeras investigaciones hablan de una persona nacida en Francia de origen tunecino, que no parecía ser un devoto musulmán, pero que alimentado por el odio y seguramente la frustración personal, fue impulsado a convertirse en mártir de última hora. Una vez más vemos en ello la mortífera ideología que anida en el islam, que puede activar en poco tiempo en el corazón de una persona el impulso necesario para cometer actos inhumanos mediante una conciencia enajenada.

Creer una mentira puede resultar cómodo hasta que la realidad se impone y golpea con toda fuerza.

         Desde su origen, en el siglo VII, el islam se ha extendió a través de la espada y así ha sido en todo momento cuando se ha sentido fuerte. Hoy ha resurgido la escuela salafista, que es el regreso a los orígenes del islam, cuando su profeta impuso la ley sharia en toda Arabia, y después de su muerte, los distintos califas, además de matarse entre ellos, se dedicaron a invadir el Oriente Medio, gran parte del impero Bizantino, el norte de África, la península Ibérica, llegando hasta la India. «El historiador musulmán Firistha (nacido en 1570) escribió que los musulmanes asesinaron más de 400 millones de hindúes hasta que la India fue dominada por el Islam, con lo que la población hindú bajó de 600 millones a 200 millones en aquel tiempo» [1]. Un botón de muestra de los muchos que ha acumulado el avance islámico en su historia.

         Negar la realidad de la naturaleza del islam es volvernos como el avestruz, meter la cabeza debajo del ala y no querer ver lo que ocurre a nuestro alrededor. Todo comienza con llamar a las cosas por su nombre. Mientras no tengamos la honradez y valentía de decir que el islamismo que nace del Corán y la Sunna es el mismo islam que sustenta todos los actos terroristas que amenazan la convivencia en nuestros días, no estaremos en situación de derrotarlo. Porque la verdad nos hace libres, pero la mentira esclaviza y finalmente nos derrota por debilidad.

         El terror y el miedo siempre han sido una de las armas habituales de los tiranos. Sembrar la muerte indiscriminadamente está en la naturaleza de todas las ideologías o religiones que pretenden imponer su totalitarismo. Cuando el tirano se siente fuerte ataca. Cuando se le encara con firmeza habrá opciones de derrotarlo, siempre con grandes dosis de sufrimiento y determinación por la libertad, porque todo tirano, con la ideología que lo sustenta, desprecia la vida humana, la del resto de los mortales, pero también las de su propio pueblo.

El evangelio se extendió desde el principio en el poder de Espíritu Santo.

        camino Jesús dijo a los suyos que esperasen la llegada del Espíritu Santo, y entonces recibirían poder para predicar el evangelio a todas las naciones. Así lo hicieron y así se dio inicio a la proclamación del evangelio de Dios que es poder para salvar.

         Muchos pretenden argumentar que el cristianismo ha hecho lo mismo que el islam. No es cierto. Hay una gran diferencia. Cuando el islam usa la espada para imponer su credo es el islam de origen, el que predicó Mahoma en Medina y el que sustentó todas las conquistas árabes del siglo VII. Cuando el cristianismo ha pretendido imponerse por la fuerza, eso no es cristianismo, está muy lejos del mensaje original de Jesús, es una deformación del mismo que todo cristiano sincero rechazará con firmeza.

         El evangelio de Jesús contiene el mensaje del amor de Dios para salvar a los pecadores. El dios del islam no ama a los pecadores, solo son aceptos aquellos que se someten a su voluntad incondicional. Nunca con seguridad de ser aceptados en el paraíso salvo que maten la mayor cantidad posible de infieles a favor del avance del islam. Solo los terroristas suicidas, llamados mártires en la cosmovisión musulmana, tienen asegurada su entrada al paraíso. De lo que se deduce que el asesinato es la puerta de entrada a la salvación en la visión islámica.

         En el mensaje del evangelio es Cristo, el sustituto del que habla el profeta Isaías [2], quién da su vida en rescate por todos [3]. Jesús ocupó nuestro lugar de muerte y juicio en la cruz del Calvario. El Justo por los injustos, para llevarnos a Dios [4].

         El mensaje del evangelio habla de vida. Jesús nos ha dado vida, vida eterna. Por su parte, el islam glorifica la muerte, muerte de todos aquellos que no comulgan con su visión del mensaje central del Corán que sustenta esta tiranía en las naciones musulmanas y que quiere implantarla en todo el orbe. No querer ver esta realidad sigue siendo engañarse a sí mismo… Pero si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres [5].

Notas:

[1] – Artículo de Eduard Yitzhak en Por Israel, «Mas de 890 millones de no-musulmanes asesinados en nombre de Alá

[2] – Isaías 53

[3] – 1 Timoteo 2:6

[4] – 1 Pedro 3:18

[5] – Juan 8:36

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