La noticia es que el Consejo Ejecutivo de la Unesco ha aprobado en estos días una propuesta de los países musulmanes en la que se niegan los vínculos del pueblo judío con el Monte del Templo y el Muro Occidental. Esto quiere decir que lo afirmado en las Escrituras sobre la construcción del templo de Salomón, el segundo templo reconstruido en días de Esdras, y reformado en días de Herodes el Grande, el templo al que acudió Jesús en múltiples ocasiones, nunca ha existido.
Este Consejo Ejecutivo ha sido votado por distintas naciones, y es aquí donde aparece el nuestro, España. La moción fue aprobada por 33 votos a favor, seis en contra y 17 abstenciones. Algunos de los países, no árabes, que han votado a favor de negar la historicidad del templo de Jerusalén han sido: Francia, España, Suecia, Rusia y Eslovenia.
¿Que es lo que se pretende con esta medida? El objetivo de Francia, España, Suecia, Rusia y Eslovenia, países no musulmanes, que la han aprobado es rendir pleitesía a los países árabes y musulmanes y a la Organización de la Conferencia Islámica que agrupa a 57 países musulmanes. La actitud complaciente y condescendiente de estos países europeos que favorece la falsedad histórica es fruto de una mentalidad dhimmi e ignorante, que socaba las bases de su propia historia y su substrato cultural.
El objetivo de esta propuesta es negar la veracidad del Tanaj [Antiguo Testamento] y del Nuevo Testamento. Para los salafistas y yihadistas destruyendo a Israel, negando su relación con el Templo y con Jerusalén, pretenden demostrar que la Torá y el Nuevo Testamento contienen gran parte de falsedad, ya que al no haber Templo el relato bíblico queda falseado, por lo que se concluye que los cuatro evangelistas mienten al relatar la relación del pueblo judío y de Jesús con el Templo.
Los derechos milenarios del pueblo judío sobre Jerusalén como ciudad del Rey David, del Templo Sagrado de Salomón y la ciudad de la peregrinación, y la conexión de los judíos con la Montaña del Templo pueden datarse desde hace más de tres milenios en el pasado, y está basada en datos históricos, evidencias arqueológicas y tradiciones escritas y orales; sobran las pruebas arqueológicas y las históricas del vínculo de generaciones entre el pueblo judío y Jerusalén.
El obsesivo interés en desjudaizar Israel y negar la herencia judía y el vínculo del pueblo judío con Israel, con Jerusalén y con el Templo no es en absoluto algo nuevo.
Esos países árabe-musulmanes que han conseguido que la Unesco niegue los lazos del judaísmo con el Monte del Templo están persuadidos que encarnan el renacimiento del Islam desde la perspectiva salafista, y que su rol es hacer ondear el estandarte del Islam sobre los cinco continentes.
Estas naciones (Francia, España, Suecia, Rusia y Eslovenia) han de saber que la lucha por la Ciudad Santa de Jerusalén, que es la Capital Eterna de Israel, y el Templo es una lucha por la verdad.
El evangelio muestra claramente la relación de Jesús con el Templo de Jerusalén
En el Nuevo Testamento el Templo de Jerusalén es citado 117 veces, entre otros versículos están los que narran la presentación del Jesús bebé en el Templo, allí hizo su Bar Mitzvá a los 13 años, también explican que cada año él visitaba junto con sus padres el Templo en la Fiesta de Pesaj (la Pascua Judía), así como cuando expulsó a los mercaderes del Templo y finalmente predijo su destrucción. Los cuatro evangelistas hablan del Templo, también Pablo y Pedro en sus Epístolas, y nuevamente el apóstol Juan en el libro del Apocalipsis.
La ignorancia de las Escrituras y el miedo a la fuerza que hoy manifiesta el islam en el mundo, está llevando a muchos gobernantes de las naciones a una posición de sometimiento que concuerda con la mentalidad dhimmi, es decir, la de aquellas personas o naciones que aceptan la supremacía del islam mediante una mentalidad de esclavitud a sus postulados.
El evangelio manifiesta la fuerza de la verdad. Enseña que si el Hijo nos libertare, seremos verdaderamente libres [1]. Que hemos recibido, no el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que hemos recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! [2].
El evangelio libera al hombre de la esclavitud del hombre. Nos libera de la esclavitud del pecado y de la muerte [3]. Hemos recibido, no un espíritu de cobardía, sino el espíritu de poder, de amor y de dominio propio [4]. Jesús ha venido a liberar a los cautivos, no ha someternos a la tiranía del diablo.
Por tanto, necesitamos a la iglesia de Dios levantada para exponer las mentiras que esclavizan, y el clamor del pueblo para que vengan de la presencia del Señor tiempos de liberación, de arrepentimiento y fe, para que la verdad nos haga libres.
Notas:
[1] – Juan 8:36
[2] – Romanos 8:15
[3] – Romanos 8:2
[4] – 2 Timoteo 1:7
[5] – Artículo entero que recoge buena parte de lo expuesto aquí
http://porisrael.org/2016/05/03/el-suicidio-de-los-que-niegan-la-historia/
