Un yihadista es el término que en Occidente se da al muyahidín, que es el nombre con el que designa el mundo islámico a quienes combaten por la yihad en la causa de Alá, para lograr que el islam sea la única religión en el mundo, y puedan conseguir el califato Universal.
Los yihadistas o muyahidines basan sus actos en una interpretación literal del Corán, que a su vez es interpretado de forma distinta por los diversos líderes musulmanes. Los yihadistas/muyahidines se consideran a sí mismos como los auténticos salafistas, es decir, los que interpretan el Corán en un sentido literal, como hizo Mahoma, y combaten por Alá. Un yihadista se define con este sencillo principio: es todo aquel que decide morir matando por la causa de Alá.
Se calcula que en el mundo hay entre 1.700 y 1.900 millones de musulmanes, de los cuales, según los últimos datos, unos 425 millones son fundamentalistas que dan cobertura a los yihadistas o muyahidines que recurren a las armas para imponer la ley islámica. Se calcula que los yihadistas con vocación terrorista, dispuestos a matar por Alá rondan los 75 millones.
En el evangelio es Jesús quien da la vida por los discípulos
Así está escrito: En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros, y en justa reciprocidad, continua: también nosotros debemos poner la vida por los hermanos. Este es el ejemplo de Jesús. Por eso, dice el apóstol: el cual me amó, y se entregó, y se entregó a sí mismo por mí.
El mensaje de Jesús en el llamado sermón del monte enseña lo siguiente: Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. El evangelio enseña a dar la vida por aquel que la dio por nosotros, pero eso no significa morir matando a otros, sino si fuera el caso, morir por la causa del evangelio y la verdad. Ese fue el ejemplo del Maestro. El dijo: Nadie me quita la vida, yo mismo la pongo para volverla a tomar.
Jesús dijo: El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Y añadió en otro lugar: Él [el diablo] ha sido homicida desde el principio. Por tanto, las obras de cada uno se hacen evidentes, como está escrito: por sus frutos los conoceréis.