¿Sabes cuál es la relación entre el islam y la media luna?

islamEn la mayoría de las banderas de países musulmanes y los minaretes de las mezquitas aparece la media luna como símbolo del culto islámico. ¿Por qué considera el islam sagrada a la Luna? ¿Qué relación tiene la religión islámica y Alá con los símbolos de la Luna Creciente? ¿Qué relación existe entre la Luna y el ayuno del Ramadán que comienza y termina con una luna?

El profesor A. Guilluame, experto en estudios de la religión islámica, dice que el culto del dios luna estaba muy difundido en Arabia en el tiempo de Mahoma. Explica que el dios luna tenía varios nombres, uno de los cuales era «Alá». Aunque las imágenes del santuario de la Kaaba fueron retiradas durante el segundo peregrinaje desde Medina a la Meca, todos los rituales idolátricos que se realizaban siguen siendo los mismos aún hoy en día.

Debemos concluir, por tanto, que el islam es un culto que procede mayoritariamente del paganismo pre-islámico, sin conexión alguna con la revelación dada por el Eterno a Israel. La Biblia muestra que ese culto ya estaba extendido en la zona de Arabia y el Medio Oriente.

En el Salmo 83, donde se expone la diversidad de naciones opuestas a Israel decididas a su destrucción, aparece un texto que dice lo siguiente:

Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes, que han dicho: heredemos para nosotros las moradas de Dios [1].

¿Quiénes eran estos príncipes? Para responder a esta pregunta debemos ir al libro de Jueces. Allí encontramos que estos príncipes fueron derrotados por Gedeón, y una vez aniquilados tomaron los adornos que llevaban al cuello sus camellos. Leamos:

Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello [2].

Estos eran príncipes de Madián, la zona geográfica que corresponde a la actual Arabia, y ya portaban adornos de la media luna en sus camellos, el símbolo que siglos más tarde vino a ser del islam, y que ya existía mucho tiempo antes como un culto pagano.

Cuando Gedeón pidió zarcillos del botín para hacer un efod, está escrito así:

El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de mil setecientos siclos de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes de Madián y sin contar los collares que llevaban sus camellos al cuello [que como hemos visto en el anterior texto eran adornos de media luna]. Y Gedeón hizo de ello un efod, y colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa [3].

Es innegable apreciar el culto a la luna en estos príncipes de Madián. Además es interesante constatar que todos los pueblos que aparecen como enemigos de Israel en el Salmo 83 y que están dispuestos a destruirla y heredar para ellos la tierra que Dios le prometió a Abraham y su descendencia, todos esos pueblos son hoy musulmanes. Mantienen el mismo propósito: destruir a Israel y tomar su tierra, porque el islam enseña que esa tierra pertenece a Dar el islam, tierra conquistada por el islam.

Por tanto, el islam opera hoy contra Israel como lo hizo en la antigüedad a través de los príncipes de Madián, que ya eran adoradores de la media luna. No en vano, toda esa tierra es conocida como la Media Luna Fértil.

El evangelio revela que la venida del Señor derrotará todo culto falso.

caminoCuando venga el Mesías quitará todas las lunas crecientes de los lugares altos y minaretes. Toda rodilla se doblará ante su majestad, y todo nombre que se nombra en este siglo y en el venidero.

El reino mesiánico será establecido en Jerusalén, la ciudad del gran Rey, donde el Señor reinará sobre todas las naciones. Porque he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando yo restaure el bienestar de Judá y Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré bajar al valle de Josafat. Y allí entraré en juicio con ellas a favor de mi pueblo y mi heredad, Israel, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra [4].

Así está escrito: ¿No soy yo, el Señor? No hay más Dios que yo, un Dios justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí. Volveos a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será revocada: Que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad [5].

[1] – Salmos 83:11,12 RV60

[2] – Jueces 8:21 LBLA (en la RV60 se traduce por «lunetas»

[3] – Jueces 8:26,27 LBLA

[4] – Joel 3:1,2 LBLA

[5] – Isaías 45:21-23 LBLA

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