Hablemos claro. El mundo entero está bajo el maligno, por ello compra el mensaje de que el islam es cordero (una religión de paz) aunque hable y actúe desde su origen como dragón.
Una y otra vez se niega en los medios de comunicación la verdadera naturaleza del terrorismo islámico. Se retuercen los datos para impedir llamar a las cosas por su nombre. El origen de la violencia terrorista de nuestros días se encuentra en la simiente del islam, en su naturaleza intrínseca.
El islam violento de hoy es el mismo islam de sus orígenes en el siglo VII. Así consta en las revistas actuales que editan los propios yihadistas en inglés y francés.
Veamos algunos datos históricos [1]. Solo una década después del nacimiento del islam en el siglo VII, la yihad había conquistado toda Arabia. Unas pocas décadas después, los musulmanes habían conquistado de forma permanente lo que antes eran las dos terceras partes del mundo cristiano [2].
El corazón del mundo musulmán de hoy, naciones como Egipto, Siria, todo el norte de África, Turquía y algunas más, eran en el siglo VII el corazón de la cristiandad. Todas estas naciones fueron conquistadas por la espada, no por la persuasión del mensaje predicado.
Después de eso vino una guerra continua contra la Europa cristiana. Entre las naciones y territorios que fueron atacados y que estuvieron bajo dominio musulmán a lo largo de siglos están las siguientes, con su nombre actual: Portugal, España, Francia, Italia, Sicilia, Suiza, Austria, Hungría, Grecia, Rusia, Polonia, Bulgaria, Ucrania, Lituania, Rumania, Albania, Serbia, Armenia, Georgia, Creta, Chipre, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Bielorrusia, Malta, Cerdeña, Moldavia, Eslovaquia y Montenegro.
En menos de tres décadas después de la fecha tradicional de la fundación del islam (622 d.C.), tres de los cinco centros cristianos originales fundados por los apóstoles en Alejandría, Antioquía y Jerusalén, fueron absorbidos para siempre por el islam. El cuarto, Constantinopla, que resistió durante siglos, fue finalmente conquistado por el islam el año 1453, y desde esa fecha convertida en Estambul, capital del imperio Otomano y de Turquía en la actualidad. Solo Roma no fue conquistada.
Esto es historia, no opinión. Nuestros políticos quieren ignorarla, pero los hechos no se pueden mover de su lugar.
Los musulmanes han hecho guerra de manera implacable contra Occidente antes de que hubiera Estados Unidos, petróleo, capitalismo y rebrotara Israel en su tierra en 1948. Lo hicieron y continúan haciéndolo hoy en nombre del islam, una ideología totalitaria, (no solo una religión con apariencia de cordero), sino toda una cosmovisión de conquista mundial bajo la tiranía del islam para implantar la ley sharia (figura del dragón) y su dominio mundial.
La Escritura muestra que el islam es la bestia del Apocalipsis
En primer lugar porque por sus frutos se conoce el árbol. La naturaleza real del islam (hablo de la ideología, no de las personas atrapadas bajo su dominio) es violenta, homicida, mentirosa y blasfema. Niega las verdades fundamentales del evangelio de Dios, contradice la Escritura dada por el Señor a sus siervos los profetas y apóstoles, y persigue a quienes la sostienen: judíos y cristianos.
Jesús enseñó claramente que hay quienes vienen vestidos con piel de cordero, pero en su naturaleza interior son lobos rapaces. Esto es aplicable no solo al islam, pero también al islam.
Está escrito en Apocalipsis lo siguiente: Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón (Apc.13:11).
Tenemos aquí una ambivalencia imposible de conciliar. Una bestia no puede parecerse a un cordero, porque su propia naturaleza de bestia elimina tal posibilidad; y por otro lado, no puede coincidir con la naturaleza del dragón, que en la Biblia es una figura inequívoca de Satanás, la serpiente antigua (Apc.20:2).
Muchos hoy insisten en la naturaleza pacífica del islam, pero cuando habla el islam verdadero lo hace como dragón, y el dragón blasfema contra Dios (el Dios de Israel), contra su nombre (Yeshúa, quién revela al Dios de Israel Jn.17:6; Jn.1:18; Heb.1:1-3; Col.1:15), su tabernáculo (el templo de Jerusalén, donde está hoy la mezquita de Omar) y los que moran en el cielo (Apc.13:6).
La violencia de los mensajes yihadistas no esconde su verdadera naturaleza perversa. Y no solo hablan, sino que están realizando actos siniestros en muchos lugares del mundo de una violencia y maldad inusitada. Pero a la misma vez se insiste en los medios de comunicación en neutralizar la evidencia llevando la noticia a la semejanza de un cordero hablando de un islam moderado.
Yo lo entiendo así. El humanismo occidental que ha desechado a Dios, (el Dios de Israel), y ha levantado la idolatría del hombre como dios, ha provocado la justicia de Dios de tal forma que: como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen (Rom.1:28). Hacer cosas que no convienen precedidas de una forma de pensar concreta procedente de una mente reprobada, es decir, formas de pensamiento que no pasa la prueba, que se engaña a sí misma para escoger opciones equivocadas.
Volver al evangelio de la gracia de Dios con un corazón contrito y humillado, reconociendo nuestros pecados, y viendo en la cruz del Calvario nuestra expiación, nos librará del dragón trasladándonos al reino de su Amado Hijo (Col.1:13).
NOTAS:
[1] – Datos recogidos del artículo «Violencia islámica: Olvidemos el Corán, miremos la Historia» del autor Raymond Ibrahim.
[2] – Comparar este dato con Apocalipsis 8:12, en el que la tercera parte del sol, la luna y las estrellas (figuras de Jesús, la iglesia y cristianos, seguramente líderes, respectivamente) fueron heridas.
Amén!! . . .Debemos estar bien claros en las promesas del Creador.
2 Tesalonicenses 3:3 «Pero fiel es el Señor quien os fortalecerá y protegerá del maligno».
Ayúdame amar asì. No lo veo facil, Pero lo harè Señor.