Según los historiadores musulmanes el profeta Mahoma se casó en múltiples ocasiones, uno de sus matrimonios fue con Aisha, una niña de seis años, aunque no exigió los derechos conyugales hasta que tuvo los nueve años y entonces consumó el matrimonio. Para ese tiempo él tenía cumplidos más de cincuenta años. Este comportamiento está recogido en los Hadiz, que contiene la tradición islámica sobre lo que Mahoma hizo y dijo. Los Hadiz en el islam tienen la misma autoridad que el Corán, es doctrina fundamental. Por tanto, podemos concluir que la pedofilia está amparada por la sharia o ley islámica.
El año 619 fue especialmente dramático para Mahoma, se le denomina «el año del dolor». En ese año fallecieron dos personas muy queridas para él: su esposa Jadiya y su tío Abu Talib, (con quién se había criado). Hasta ese momento había permanecido monógamo, pero una vez que enviudo no estuvo mucho tiempo sin esposa, contrajo matrimonio con Aisha y una diversidad de mujeres que los historiadores no acaban de concretar, la cifra más conservadora habla de al menos 14 esposas. El islam aprueba que el hombre pueda contraer matrimonio con cuatro mujeres, Mahoma lo superó. Las fuentes islámicas afirman con rotundidad que Aisha tenía sólo seis años cuando se convirtió en esposa del profeta. La noticia se recoge al menos en dos Hadiz, uno de ellos dice así:
Narró Aisha: que el Profeta se casó con ella cuando tenía seis años de edad y consumó su matrimonio cuando ella tenía nueve años, y entonces permaneció con él durante nueve años (es decir, hasta su muerte). Sajij al-Bujari 7,62,65.
Este tema, espinoso para una mentalidad occidental, ha querido ser ocultado por algunos de los apologistas contemporáneos del islam. Pero no es menos cierto, que la práctica de casamientos con niñas en diferentes países musulmanes de la actualidad es una práctica habitual.
Puedes ver aquí el enlace con la noticia que apareció hace unos días en Protestante Digital sobre las bodas de niñas en el Líbano.
http://protestantedigital.com/qfamilia/38102/Crece_el_drama_de_bodas_de_ninas_en_Libano
¿En el evangelio la enseñanza es unirse a su mujer?
En el evangelio Jesús enseña lo que estaba escrito ya en el libro de Génesis: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por eso el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Es evidente que el término «mujer» se aplica a quienes ya han tenido la menstruación y por tanto están en disposición de tener hijos. Dios creó un hombre y una mujer, no un hombre y una niña para formar un matrimonio.
En la cultura hebrea las jóvenes suelen casarse a temprana edad; incluso María se cree que no sería mayor de quince años cuando concibió a Jesús. Pero siempre estamos hablando de mujeres y nunca de niñas sin haber llegado a la edad de tener la menstruación. Y estas jóvenes hebreas se casan generalmente con otros chicos de su misma edad.
En cuanto al tema de la poligamia en el Antiguo Testamento, hay que decir que fue una práctica no aprobada en la ley de Dios, sino una influencia de las culturas paganas que rodearon la historia de Israel. Dios hizo un hombre y una mujer. El mandamiento es: dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer. La enseñanza de Jesús lo deja claro, recogida también por los apóstoles en diversas ocasiones. Pablo dice a Timoteo que el obispo sea marido de una sola mujer. Habla a los corintios del derecho de llevar a una hermana por mujer. Y cuando el mismo apóstol expone las directrices para el matrimonio en la congregación de los corintios se habla siempre de doncellas, en referencia a jóvenes en edad de casarse, nunca niñas.
Jesús, al contrario de Mahoma, nunca se casó, ni con una niña, ni con catorce mujeres, aunque algunos han querido atribuirle un «affaire» con María Magdalena, lo cual no pasa de ser una falsedad de los antiguos escritos gnósticos, enemigos de la iglesia primitiva. Sin embargo, algunos de los apóstoles si estaban casados, porque el matrimonio es una institución de Dios, no así la poligamia, ni la pedofilia.