EL CARÁCTER: Réprobos en cuanto a la fe (fin serie)

RéprobosPero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque habrá hombres… réprobos en cuanto a la fe (reprobados en lo que respecta a la fe) (2 Timoteo 3:1, 2, 8).

         Estos hombres son los que han resistido la verdad, de mente depravada, y que tienen la piedad como fuente de ganancia. Son los que no han superado la prueba de la fe, han suspendido y viven bajo condenación. No suena muy popular pero es el sentido de la enseñanza del apóstol.

Reprobado significa haber suspendido en la prueba de la fe. Sin fe es imposible agradar a Dios, y todo lo que no proviene de fe es pecado. El justo vive por fe y si retrocede no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma (Hebreos 10:38-39).

Pablo lo enseña a los creyentes de Corinto. Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba? (2 Co.13:5).

Vivimos días peligrosos porque los hombres pueden aparentar tener fe pero no conformarse a la doctrina de la piedad, sino a sus propias concupiscencias.

Falsa fePodemos tener el lenguaje de la fe, conocer textos bíblicos, mantener actividades religiosas pero vivir reprobados en cuanto a la fe. Es usar la gracia como pretexto para la carne y la vanidad. Es la gracia barata que no se sostiene sobre la verdad sino sobre nuestros propios caprichos carnales. Es confesar una cosa y vivir otra.

Los profetas de Israel fueron rotundos al denunciar estas prácticas de falsa religión. Jesús fue durísimo con la apariencia de piedad de los fariseos.

Vivimos días de apostasía por un lado, y de una fe acomodada a pensamientos humanistas que se alejan de la verdad revelada en el evangelio por otra. Parece haber muchos creyentes en ciertos lugares pero sin la transformación que se les supone a los hijos de Dios.

Es fácil imitar la fe. El trigo y la cizaña se parecen mucho, pero el fruto es muy distinto. Haremos bien en seguir el consejo apostólico y examinarnos para ver si estamos en la fe del Hijo de Dios, crucificados con él, muertos con él, resucitados con él. El que piense que está firme mire que no caiga. Tenemos demasiadas manifestaciones presuntuosas en algunos cultos como para tomarnos en serio el fundamento de los apóstoles.

        BUENAS NUEVAS En el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: el justo por su fe vivirá. La fe sin obras está muerta. Y la fe obra por el amor. El justo ama la justicia y vive en luz. Si decimos pero no hacemos nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si permanecemos en la fe del Hijo de Dios sabemos que tenemos vida eterna.

 

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