ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.
Orando con el salmista por Israel: «Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel» (Salmos 83:3,4 RV60).
Dios de Israel, bendice a Israel. Se han juntado nuevamente los pueblos pensando cosas vanas [1]. Han consultado con astucia y en secreto planes contra tu pueblo, sin darse cuenta que lo hacen contra ti mismo. Porque sabemos, Señor, que la oposición mundial contra Israel viene de la misma naturaleza del mal contra el Dios Santo.
Oh, Roca de Jacob, los pueblos han entrado en consejo contra tus protegidos, como lo hizo Balac al contratar los servicios del falso profeta Balaam [2]. Tú, Señor, no permitiste el consejo de Balac y guardaste a Israel, por eso te pedimos hoy que también los guardes del consejo de los impíos.
Su intención es destructiva; se unen contra tu pueblo para que no sean nación. Vemos hoy, Señor, como el islam lanza sus amenazas de muerte una y otra vez contra la destrucción de Israel, mientras las demás naciones callan o presionan a la niña de tus ojos para que haga concesiones que no se le pide a ningún otro pueblo. ¡Levántate, Señor! ¡No guardes silencio ante sus amenazas! Tus enemigos están movilizados mientras el pueblo redimido, en su gran mayoría, vive hipnotizado por el brillo de Babilonia.
Acuérdate, Señor, que su intención es borrar la memoria del nombre de Israel. Pretenden dividir Jerusalén, la ciudad que tú escogiste para poner en ella tu nombre para siempre [3]. Aborrecen la tierra que prometiste a Abraham para poner en ella tu santo nombre, el nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos y en la tierra.
Padre celestial, acudimos a ti unidos a Israel en esta hora de oscuridad, de astucia y violencia; de secretismo y confusión que llevan a las naciones a la perdición. Levanta, Señor, al libertador de Sión. Venga tu reino; hágase tu voluntad y dales el pago de sus obras impías.
Oh Dios nuestro, estamos con Israel en esta hora cuando se juntan los pueblos contra ti y contra tu ungido. Han dicho: rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas [4]. Pero el que mora en los cielos se ríe de ellos [5], porque no hay nada que escape a tu mirada y juicio.
Señor, perdona el pecado de incredulidad, de ignorancia y antisemitismo de mi pueblo, (España); y ayúdanos a levantar nuestro clamor desde los confines de la tierra, (en Sefarad), a favor de Israel y su restauración en su tierra y a su Dios.
Tú eres el Dios de nuestra salvación. Nos has unido a Israel, −el pueblo del pacto−, mediante el Mesías; por ello participamos de las mismas aflicciones, para compartir también la esperanza de Israel [6] y las glorias del mundo venidero [7]. Amén.
Notas:
[1] – Salmos 2:1
[2] – Números 22:1-6
[3] – 1 Reyes 11:36 y 2 Crónicas 12:13
[4] – Salmos 2:2,3
[5] – Salmos 2:4
[6] – Jeremías 14:8,9 y 17:13
Hechos 28:20 y 26:6-8
Colosenses 1:23
[7] – 1 Pedro 1:11
Amén !! Confiamos Dios en tu Santa promesa.