Taller de oración – 54 (Covid-19) – La economia

ESCUELA DE ORACIÓNOrando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«… He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece… Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria…Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos… a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada… Pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros… sino que trabajando con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros…Porque oímos que algunos… andan desordenadamente, no trabajando en nada… Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo… El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy» (Fil.4:11-19; 1 Tes.4:11,12; 2 Tes.3:7-11; 2 Tim.6:8-10; Mt.6:11).

Nuestro amado Padre celestial, hoy queremos traer ante ti la preocupación por las consecuencias económicas que se derivan de esta pandemia mundial. Somos conscientes, Señor, que habrá una crisis mundial sobre la economía de las naciones, que a su vez producirá falta de trabajo con las consecuencias sociales sobre las familias.

Reconocemos, oh Dios, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades en muchas ocasiones; que la codicia por enriquecernos fácilmente nos ha llevado a lazos y caídas que han hundido muchos hogares. Enséñanos el contentamiento, para que teniendo sustento y abrigo estemos contentos y agradecidos, que podamos trabajar con tranquilidad y poder compartir con el que tiene necesidad.

Pedimos, Señor, por las empresas de nuestro país, por los autónomos y las pymes, para que puedan seguir creando riqueza suficiente para nuestras necesidades. Vemos en ello la respuesta a tu voluntad de suplir lo que nos falta, que trabajando con diligencia podamos contribuir al bienestar de nuestras familias y la sociedad en general. Pedimos, Señor, que se puedan recoger las cosechas de la agricultura que están pendientes de hacerlo ahora.

Padre, que los tiempos previsibles de escasez y necesidad que nos esperan podamos atravesarlos confiados en la fortaleza interna que nos da la vida poderosa de Cristo en nosotros. Confiados en tu provisión. Que podamos ocuparnos en nuestros negocios y trabajar con nuestras manos conduciéndonos honradamente sin tener necesidad de nada. Líbranos de vivir desordenadamente. Permítenos trabajar para no caer en ociosidad, escasez y hambre. Líbranos, Señor, de los especuladores y codiciosos que solo piensan en sí mismos, y permite que las leyes necesarias promuevan una economía adecuada sin caer en deudas insoportables, impuestos abusivos, y una inflación que destruya el bienestar.

Padre, ante ti elevamos nuestra súplica. Guía a nuestros gobernantes para que gobiernen con equidad y justicia para todos. Bendice a los empresarios y trabajadores. Danos contentamiento en estos tiempos tumultuosos e inciertos.

Tu pueblo y tus hijos procuramos la paz de la ciudad y el país donde hemos nacido o hemos sido transportados, rogamos por ella ante tu trono, porque en su paz tendremos nosotros paz (Jer.29:7). Cómo Jesús nos enseñó a orar: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Amén.

Download PDF

Deja un comentario