Taller de oración – 35

Tiempo de Oración

ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.

Orando con Jesús: «Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos» (Juan 17:25,26 RV60).

         Padre justo, tu reino es un reino de justicia. Por ello ungiste a tu Hijo, porque él amó la justicia y aborreció la iniquidad [1]. Padre nuestro, te damos gracias porque nos ha hecho partícipes de tu justicia, de tu naturaleza justa; hemos sido creados en justicia y santidad de la verdad [2]. El mundo, Padre, no te conoció en los días de tu Hijo en la carne, pero ahora ha sido dado a conocer a las naciones. Todos los pueblos han oído tu nombre, de modo que ya no tienen excusa [3].

         Padre, tu evangelio ha sido anunciado a las naciones. El nombre de Jesús ha sido dado a conocer, y hoy vivimos en muchas de ellas tiempos de apostasía e iniquidad. Te pedimos, Señor, que sigas ungiendo a los tuyos para que tu nombre siga siendo anunciado en medio de los tiempos, en medio de estos tiempos turbulentos da a conocer tu obra [4], tu extraña obra [5].

         Oh Dios nuestro, te agradecemos el conocimiento de la vida eterna que está en tu Hijo. Porque el que tiene al Hijo, tiene la vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida [6]. Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien has enviado.

         Padre, clamamos a ti por nuevos ungimientos de tu gracia y poder, la llenura de tu Espíritu, para que la congregación que has redimido sigamos despiertos en esta hora anunciando tu bendito nombre. Porque no hay otro nombre para ser salvos y alcanzar la vida eterna. Revela, oh Dios, una vez más a tu Hijo. Quita el velo que cubre a las naciones [7], para que puedan ver la gloria tuya en la faz de Jesucristo [8].

         Padre, levanta el velo en Israel. Trae luz a tu pueblo. Ayuda a sus gobernantes para que defiendan la causa de Sión en la ciudad de Jerusalén. Confunde, Señor, las maquinaciones de la UNESCO y la ONU contra tu santa ciudad, la ciudad del gran Rey [9].

         Y también, oh Dios, despierta a la iglesia para ver en la persecución a Israel su propia persecución. Porque compartimos una misma historia y nos encaminamos a la consumación de una misma esperanza, la esperanza de Israel anunciada por los profetas.

         Que el amor que diste a tu Hijo sea vivificado una vez más en tu iglesia. Que la comunión con tu Hijo sea eficaz en nosotros, para que participando de esa fe podamos seguir siendo anunciadores de todo el bien que está en nosotros mediante Cristo Jesús [10].

         Por último, Señor, traemos nuestra nación ante ti. España te necesita. Nuestros gobernantes te necesitan para que no hagan cosas que no convienen. Para que podamos vivir en piedad y honestidad, como de día, porque la noche está avanzada [11]. Padre, en la ira, acuérdate de tener compasión [12]. Guárdanos del mal y su naturaleza maligna. ¡Socórrenos! ¡Ayúdanos! Tú eres nuestra esperanza y a ti acudimos, con Jesús, en esta oración eterna que hemos presentado delante de ti. Amén.

 

NOTAS:

[1] – Hebreos 1:9

[2] – Efesios 4:24

[3] – Juan 15:22 y Romanos 1:20

[4] – Habacuc 3:2

[5] – Isaías 28:21

[6] – 1 Juan 5:11,12

[7] – Isaías 25:7

[8] – 2 Corintios 4:6

[9] – Mateo 5:35 y Salmos 48:2

[10] – Filemón 6

[11] – Romanos 13:12

[12] – Habacuc 3:2 LBLA

Download PDF

Un comentario sobre “Taller de oración – 35