Los protocolos de los sabios de Sión (3)

los-protocolos-de-los-sabios-de-sion-matheiu-golovinskiSobre el contenido de su mensaje[1]

         El libro en sí mismo, en su edición de Nilus, está compuesto de 24 supuestos protocolos en los que se intenta demostrar la bondad del régimen autocrático, refiriéndose al zarista, y la perversidad de las reformas liberales que querían llevarse a cabo.

         El panfleto ataca el sistema liberal como absurdo, ya que la idea de libertad política no sólo resulta irreal, sino que además sólo puede conducir a consecuencias desastrosas. La idea central que se pone en boca de los supuestos conspiradores judíos es que la libertad es absurda porque el pueblo no puede llegar a comprender lo que es la política.

         El modelo autocrático que se pretende defender no solo se sustenta sobre la figura del rey, sino sobre otros pilares del sistema como son la nobleza, el clero y el dominio económico.

         Según los Protocoles de Nilus, para que los judíos dominen el mundo se entregan a una serie de actividades simultáneas que desafían la imaginación más delirante. Se les atribuye potenciar un «gobierno internacional»; crear «monopolios»; apoyarse en las «logias masónicas»; fomentar «el incremento de armamento y la policía»; promover una «guerra general», «idiotizar y corromper a la juventud de los no-judíos»; «aniquilar la familia»; «distraer a las masas con diversiones, juegos, pasatiempos y pasiones»; eliminar «la libertad de enseñanza»; e incluso «destruir todas las demás religiones». En definitiva, no hay nada que repugne a la mente autocrática de Nilus que no se deba atribuir a los judíos.

         Finalmente, según el panfleto, los judíos conseguirán mediante semejantes artimañas su meta final: «Que el rey de Israel sea el patriarca del mundo cuando se ciña en la cabeza santificada la corona que le ofrecerá toda Europa». Por ello, los últimos Protocolos están dedicados a hacer una  descripción de cómo deberá gobernar mundialmente el rey de Israel.

         Sin entrar a hacer una valoración exhaustiva de esta estratagema, podemos ver como el diablo usa, −como ha hecho a lo largo de la historia−, cierta revelación para manipularla y reorientarla en sentido contrario; torcer el sentido de la verdad para provocar temor, sospecha y calumnia sobre el pueblo de las promesas. Los profetas de Israel hablan del reino mesiánico. La Escritura está llena de reseñas al reino de Dios en la persona del Mesías que ha de venir para reinar en Jerusalén y sentarse en el trono de David. Pero la cizaña de aquel que miente, porque es padre de la mentira, manipula la verdad de tal forma que la sospecha engendre una conspiración que produzca la reacción suficiente para matar el cumplimiento del pacto.

         El diablo tiene cierto conocimiento de la revelación de Dios y los tiempos proféticos, de manera que pueda trazar una estrategia engañosa para tratar de impedir su cumplimiento.

         Por su parte, la iglesia del Señor debe discernir y no ignorar sus maquinaciones, no caer en la trampa y ser luz en medio de la oscuridad, desenmascarando las obras de las tinieblas, para que la verdad nos haga libres de todo engaño y manipulación del presente siglo malo. No seamos, por tanto, necios, sino sabios, entendidos de cuál sea la voluntad de Dios [2].

Notas:

[1] – Los datos históricos de este escrito pertenecen al libro Nuevos Enigmas Históricos al descubierto, del autor Cesar Vidal, en su capítulo titulado: ¿Quién escribió los Protocolos de los sabios de Sión?

[2] – Efesios 5:17

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