Capítulo 4A – LAS CONDICIONES DE LA ORACIÓN: el nombre de Jesús

Una vida fluyente de oraciónINTRODUCCIÓN

A menudo los creyentes caemos en una confusión a la hora de orar. Mezclamos las cosas. No sabemos bien a quién nos dirigimos, si al Padre, al Hijo o al Espíritu Santo. A veces oramos a Jesús en el nombre de Jesús.

La Biblia nos enseña que debemos orar al Padre, en el nombre de Jesús y a través de la ayuda del Espíritu Santo.

Para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda (Juan.15:16).

Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo… En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre (Juan 16:23-27).

¿A qué día se refiere Jesús? Al día cuando él mismo rogaría al Padre para que enviase el Espíritu Santo a los discípulos (Juan 14:13-20). En ese día conoceréis (Juan 14:20). Jesús enseñó a los suyos que llegaría un día cuando pedirían al Padre en su nombre, y ese día sería después de la llegada del Espíritu Santo. Lo encontramos en el libro de Hechos: un día (el de Pentecostés), y un nombre (el de Jesús).

Veremos en este capítulo la importancia del nombre de Jesús en la vida de la iglesia primitiva, especialmente en la vida de oración, aunque llega a muchas otras áreas. Conocer la autoridad del nombre de Jesús es fundamental para desarrollar el discipulado en toda su amplitud.

JesúsA.- LA EXALTACIÓN Y AUTORIDAD DEL NOMBRE DE JESÚS

El centro de todas las cosas es la persona y obra de Jesús. Dios ha reunido todas las cosas bajo la autoridad del nombre de Jesús (Efesios 1:10). Es el epicentro de donde emana la voluntad de Dios revelada a los hombres (Hebreos 1:1,2) (Juan 1:14-18). Es quién bautiza con el Espíritu Santo (Juan 1:33) (Mateo 3:11), y autoriza a los suyos para actuar en su nombre. Porque separados de mí nada podéis hacer (Juan 15:5).

Después de la humillación de Jesús su nombre fue exaltado hasta lo sumo.

  • Jesús ha vencido el poder del pecado (1 Juan 3:5) y de la muerte (Hechos 2:24) (Hebreos 2:14,15).
  • Ha derrotado al diablo en la cruz, triunfando sobre toda potestad y dominio (Colosenses 2:15).
  • Ha sido entronizado a la diestra del Padre (Efesios 1:20-23).
  • Ha sido glorificado (Hechos 2:32-33).
  • Se le ha hecho Señor y Cristo (Mesías) (Hechos 2:36).
  • Se le ha dado toda autoridad (Mateo 28:18-20).
  • Tiene un nombre que es sobre todo nombre (Filipenses 2:9-11).
  • Su exaltación ha hecho posible enviar el Espíritu Santo (Juan 7:37-39), la promesa del Padre (Hechos 2:32,33), a los discípulos.
  • Ha delegado la autoridad de su nombre a los discípulos para que actúen en su nombre (Marcos 16:17-20) (Mateo 28:18-20).
  • En este nombre tenemos entrada al Padre en oración (Efesios 2:18).

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