Introducción
Jesús les refirió a sus discípulos una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar (Lucas 18:1). En otra ocasión les dijo que debían velar y orar para no caer en tentación (Marcos 14:38). Por su parte el apóstol Pablo nos enseña a orar sin cesar, a ser constantes en la oración (1 Tesalonicenses 5:17) (Romanos 12:12). Además dijo que debíamos orar por todos los hombres, por los reyes y los que están en autoridad y que lo hicieran los hombres, orando en todo lugar levantando manos santas (1 Timoteo 2:1, 2, 8).
Las Escrituras no dejan lugar a dudas: tenemos una necesidad de orar de manera constante, sin desmayar, por todos los hombres.
A. ¿POR QUÉ NECESITAMOS ORAR?
Veremos algunos motivos generales, parándonos en alguno de ellos.
- Para comunicarnos con nuestro Padre (Mt.6:9) (Jn.17) (Ro.8:14-17).
- Para ser llenos del Espíritu Santo (Hch. 1 y 2) (Hch.4:23-31).
- Para predicar la palabra y que haya milagros (Hechos 4:23-31).
- Para recibir respuesta y dirección de Dios (Mt.7:7,8) (Jn 16:23-24).
- Para que sean enviados obreros a la mies (Mateo 9:35-38).
- Para que vivamos quieta y reposadamente (1 Tim. 2:1-4) (Jer. 29:7).
- Para no caer en tentación y resistir el día malo (Mr. 14:38) (Ef.6:13).
B. TENEMOS UN ENEMIGO QUE NO DEBEMOS IGNORAR
- El diablo viene y roba la palabra y la fe (Lc.8:12 (Jn.10:10).
- Pretende paralizar la obra de Dios. Ej. Los días de Nehemías (Neh.1-6).
- El diablo anda buscando a quién devorar (1 P.5:8).
- A veces nos pide para zarandearnos (desestabilizarnos) (Lc. 22:31-32).
- Se nos dice que “no demos lugar (oportunidad) al diablo” ((Ef. 4:27).
- Hay que resistirle firmes en la fe (Ef.6:13,16) (1 P.5:9) (Stg.4:7).
- Debemos vestirnos de toda la armadura de Dios (Ef.6:10-20).
CONCLUSIONES
Jesús vivió una vida fluyente de oración y nos enseñó a orar. Los apóstoles vivieron una vida fluyente de oración y nos enseñaron a orar. Toda la Escritura nos enseña sobre la necesidad de orar y no desmayar. La historia de la iglesia nos muestra que la oración es el motor que mueve el Reino de Dios en la tierra.
Por tanto, solo falta una cosa: que oremos.
Nuestro país lo necesita. La iglesia lo necesita. Los gobernantes necesitan nuestras oraciones. Nuestra familia necesita que oremos. Nuestra vida cristiana necesita una vida fluyente de oración para estar activada y ser eficaz.
Por tanto, oremos.
Amén!! . . . Es importante tener una vida activa en la oracion.
Bendiciones hermano Virgilio.