Los profetas de Israel (CV) – Zacarías (9)
En aquel día, dice YHVH, heriré con pánico… mas sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera (Zacarías 12:4)
Nuestro profeta insiste una y otra vez en los sucesos que tendrán lugar en aquel día. Un mensaje que se repite ampliamente en los profetas de Israel. Hay un día señalado para poner fin a la iniquidad y las obras que emanan de ella mediante los hijos de desobediencia.
En los últimos capítulos de Zacarías asistimos al levantamiento de las naciones contra Judá y Jerusalén. Esas acciones provocarán el celo del Señor por su pueblo, su tierra, y hará diferencia entre los pueblos de alrededor que se levantan contra él, como lo hizo en la antigüedad sobre Egipto (Ex.11:7).
Veamos. En aquel día el Señor pondrá a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos de alrededor y los hará temblar (12:2,3). Herirá con pánico a sus enemigos; mas sobre la casa de Judá abrirá sus ojos (4). Pánico y ceguera para unos, luz y fortaleza para el pueblo del Señor. Dará la victoria a los capitanes de Judá para consumir y derrotar a todos los pueblos de alrededor; mientras Jerusalén es habitada por el pueblo de Dios en su lugar (6).
YHVH defenderá al morador de Jerusalén; los débiles serán como David, y la casa de David como Dios, como el ángel de YHVH delante de ellos (8). Las naciones que vinieren contra Jerusalén serán destruidas (9). Pero sobre la casa de David, y los moradores de Jerusalén derramará espíritu de gracia y oración; Israel reconocerá a su Mesías, a quien traspasaron; y llorarán por la dureza de sus corazones cuando la revelación abra sus ojos; se afligirán por el tiempo cuando no reconocieron a su hermano, como no conocieron a José en Egipto, hasta que fue revelado como gobernador (10).
Habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido; porque la redención ha llegado; y el conocimiento del Mesías… Recuerda el llanto de José en el pozo, y el de sus hermanos cuando se dio a conocer a ellos. Es un llanto de arrepentimiento por la dureza y obstinación de sus corazones para no reconocer a su Rey que le había sido presentado con los ropajes de un «egipcio», o lo que es lo mismo, un Cristo romano, paganizado en sus formas y muy alejado de las tradiciones judías (11).
El apóstol Pablo, en su epístola de Romanos, termina su compleja exposición sobre el misterio del endurecimiento de Israel en parte, con el mensaje de la salvación de los judíos. Cuando haya entrado la plenitud de los gentiles; todo Israel será salvo (Rom.11:25,26). Glorioso día. El mensaje de Zacarías continúa. Sigamos…
Hay un día señalado cuando el Señor hará diferencia entre su pueblo y sus enemigos. Es el día del Señor. Cuando el reino se establecerá en Jerusalén.