Los profetas de Israel (XV) – Isaías (1)
Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla YHVH (Isaías 1:1,2)
Nos encontramos en la mitad del siglo VIII antes de nuestra era. El profeta Isaías se levanta como uno de los gigantes de la profecía mesiánica, en su primera y segunda venida. Su libro, el segundo más citado en el Nuevo Testamento, después de los Salmos, se eleva ante nosotros como una cordillera montañosa, con sus valles, como un deleite para el espíritu humano poder coronarlas. La crítica moderna y mezquina ha querido minimizar su altura inventando dos Isaías para diluir su profecía y rebajarla a nivel terrenal, obviando sus mensajes proféticos anunciados con mucho tiempo de antelación.
Isaías anuncia la restauración de Israel en su tierra después del cautiverio babilónico antes de que este se hubiera producido. Proclama la llegada del Mesías a la tierra de Israel como hijo de una virgen; anticipa sus padecimientos como el substituto siervo del Señor llevando nuestros pecados y dolores en su cuerpo; y eleva su voz para dejar establecido el futuro reino mesiánico, dándonos más detalles que ningún otro profeta de su advenimiento.
Isaías significa YHVH es salvación, o salvación de YHVH. Inició su ministerio con la muerte del rey Uzías, en el año 740 a.C., con una visión imponente de la santidad de Dios en medio de un pueblo de labios inmundos (6:1-6). Su prolongado servicio a los santos se alargó hasta el año 686, por lo tanto, una duración aproximada de cincuenta años.
Anunció su profecía primeramente al reino de Judá, y desde allí a todas las naciones. Como está escrito: de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de YHVH (2:4). O como diría el apóstol de los gentiles: al judío primeramente, y también al griego. Recordemos también la excelsa obra musical de Handel, −el Mesías−, compuesta toda ella con textos de la Palabra de Dios, especialmente de las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento que provienen sobre todo del mensaje de Isaías. Se interpretó por primera vez en Dublín el 13 de abril de 1742.
Un mensaje que el propio Isaías recibió como una visión de Dios para anunciarlo a los reyes de Judá y desde allí a los cielos y la tierra. Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla el Señor. Estamos ante un mensaje universal, cuya palabra no volverá vacía, sin haber hecho la obra para la cual ha sido enviada. Nos centraremos y acentuaremos lo concerniente al reino mesiánico por venir.
El libro de Isaías nos abre una ventana amplia para asomarnos a la revelación de Dios sobre el futuro reino mesiánico que está por llegar.